Fertinal pasó de valer 9 mdd a 621 mdd cuando lo vendieron a Pemex: mesa de análisis

Para entender el historial financiero de Fertinal, los miembros de la Mesa de Análisis se remontaron a la privatización de las empresas nacionales durante el gobierno de Carlos Salinas, y el posterior rescate bancario, Fobaproa.

Para entender el caso Fertinal, hay que retroceder al sexenio de Carlos Salinas de Gortari, con la privatización de las empresas públicas del Estado, y el posterior rescate del sistema bancario del país, explicó Alfredo Figueroa, ex consejero del IFE, durante la Mesa de Análisis de Aristegui en vivo.

En 1992 Fertilizantes Mexicanos fue adquirida por el empresario Fabio Massimo Covarrubias, pero cuatro años después adquiere un crédito con Banco Unión, cediendo a esta institución el 47 por ciento de sus acciones, hasta que en 1998 el Fobaproa rescata a Banco Unión.

Durante su participación, el abogado y ex funcionario del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, Paulo Díez Gargari, explicó que en 2006 pagó un precio muy bajo por las acciones que pertenecieron al Banco.

“Si mal no recuerdo, el precio que se pagó por esas acciones de Banco Unión y algunos otros activos, que incluían más del 45 por ciento de las acciones de Fertinal, algunos derechos de crédito contra la sociedad y algunos derechos litigiosos y no llegaban ni a los 9 millones de dólares”.

En entrevista en Aristegui en Vivo, Covarrubias, exdirector de la empresa, sostuvo que la venta de Fertinal a Pemex en 2016 fue por un monto de 621 millones de dólares.

Durante su participación Gabriel Reyes Orona, ex procurador Fiscal de la Federación, la ley no prohíbe a un particular vender al gobierno una empresa a un precio caro, “lo que está prohibido en una ley, y es delito, es comprar caro, cuando se hace con recursos públicos”.

“El artículo 214 del Código Penal Federal señala que, cuando un servidor público provoca un quebranto en el ejercicio de los recursos públicos por hacer una adquisición como estas, incurre en un delito”.

Reyes Orona destacó la importancia de las valuaciones, ya que, a partir de la información proporcionada por las empresas valuadoras, el funcionario público responsable de la compra debe justificar los objetivos, y, por lo tanto, los montos a pagar.

También recalcó que cualquier investigación debe determinar si se otorgó una dádiva a algún funcionario público, o una cantidad de dinero que no debió haber recibido, a cambio de aprobar la transacción.

Ante la aseveración de Fabio Massimo Covarrubias, quien afirmó que, al momento de la venta, los activos de Fertinal sumaban mil 200 millones de dólares; los pasivos, 745, de los cuales sólo 370 eran de Banco Azteca, que fueron aportados en diversos momentos, Alfredo Figueroa resaltó la importancia de la participación financiera que tuvo en el caso el empresario Ricardo Salinas Pliego.

El exconsejero del IFE recordó la batalla legal que sostuvo la empresa de Salinas Pliego con la aseguradora holandesa ING, “un litigio que terminó comprando el señor Salinas Pliego, por el cual se hace de parte de los adeudos que tenía en su favor la empresa Fertinal”.

“Un primer elemento que me gustaría poner en escena es la historia de persecución que ING tuvo gracias a Televisión Azteca, haciendo reportajes un día sí, y otro también, para ganar litigios, al establecer un grado de presión pública y un grado de presión a empresas”.

Figueroa califica que es un caso de estudio de cómo actúan los poderes fácticos en el país, “utilizando la televisión mexicana, a una concesión del Estado mexicano, para beneficiarse en términos de litigios concretos”.

Gabriel Reyes Orona calificó el caso Fertinal como una “película de complicidades y de vínculos a lo largo del tiempo, que van pasando de un sexenio a otro sexenio, y que están vinculadas al final del día, con que los mexicanos y las mexicanas paguemos los desfalcos que muchas de las empresas hicieron al obtener créditos que no debían haber obtenido, y que el Estado mexicano entra a salvar esos asuntos”.




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