Si se le pudiera hacer una única pregunta a Federico Gutiérrez (Medellín, 47 años), más conocido como Fico Gutiérrez, seguramente sería si él es el candidato de Álvaro Uribe en la sombra. Él no diría ni sí ni no. En esta entrevista, este viernes en un hotel de Bogotá, se fue por la tangente: “Soy el candidato de la gente”. Los analistas creen que Uribe, que en los últimos 20 años ha convertido a todos sus candidatos en presidentes, consciente del mal momento que atraviesa su partido (Centro Democrático), busca sobrevivir políticamente a través de Gutiérrez, mejor visto entre un electorado de centro derecha.
El exalcalde de Medellín exprime su papel como independiente -este jueves presentó un millón y medio de firmas que avalan su candidatura a las presidenciales de 2022-, y se presenta como un político alejado de los partidos y de las élites y el centralismo bogotano. “De bluyines y tenis”, dice. Gutiérrez forma junto a otros gobernadores y regidores, como Alejandro Char o Enrique Peñalosa, la coalición Equipo por Colombia. Entre todos, suman un enorme capital político (y empresarial) regional, con el que aspiran a pasar a segunda vuelta.
El candidato se revuelve contra los que le acusan de ser la opción continuista del uribismo y recurre a un discurso en el que aúna seguridad y orden institucional con cambio e inversión social. El mayor peligro para Colombia, sostiene, es que Petro gane las elecciones y convierta al país en Venezuela.
Pregunta. ¿A qué votante apela desde la coalición Equipo por Colombia?
Respuesta. Al ciudadano de Colombia, de la calle, el que quiere que el país esté mejor, que acabemos con la corrupción, con la violencia.
P. ¿Busca al votante de centro-derecha?
R. Hay una discusión que para mí es obsoleta: si son izquierdas, derechas o centro. Para mí no hay mejor ideología que el sentido común. Se necesita seguridad, pero al mismo tiempo se necesita inversión social, se necesita educación, salud, empleo y oportunidades. Combatir la corrupción y garantizar la seguridad o la educación no debe tener ideología, hay que hacerlo. Yo creo que las discusiones ideológicas no le han servido de mucho a la gente. La gente lo que necesita es la oportunidad y que el Estado esté y llegue realmente con la oferta institucional.
P. ¿En qué se diferencia de la Coalición Centro Esperanza?
R. Yo reconozco que ahí personas buenas, no soy de los que creo que para vender lo nuestro hay que hablar mal de los demás. Seguramente tendremos algunas diferencias, pero por eso insisto mucho en que todos aquellos que cuidemos las libertades y la democracia tenemos que unirnos. Nosotros nos hemos juntado alrededor de quienes ya gobernamos, quienes ya tuvimos una experiencia en nuestras regiones. Yo que fui alcalde sé lo que es resolver los problemas de la gente. No más centralismo, es lo que le proponemos al país. Esto no es de unas élites desde un palacio, tenemos que ser terrenales y estar todos los días en la calle.
P. Invitaron a Alejandro Gaviria a unirse a ustedes, pero los rechazó.
R. Alguien de la coalición propuso que [Gaviria] podía estar y él decidió cerrar puertas. Creo que el problema es de él, no nuestro.
P. ¿Le parecería un valor contar con él?
R. Vamos a tener que contar con mucha gente. Acá hay un riesgo muy grande de que pueden darse pérdidas de libertades y de la democracia. Podemos construir a partir de las diferencias. Yo acabo de entregar las firmas que avalan mi candidatura y eso nos da nuestra independencia. No pertenezco a ningún partido, mi próximo paso es ganar la consulta [de la coalición] en marzo y a partir de entonces seguir sumando a distintos sectores ideológicos del país.
P. ¿Cree que la segunda vuelta será un todos contra Petro?
R. Yo creo que es todo lo contrario: es Petro contra Colombia. Petro es un riesgo y es un peligro para la democracia. Utiliza las herramientas democráticas para hacerse elegir y tomarse las instituciones, para desde adentro asesinar la democracia. Colombia, si Petro ganara, que no debe ganar, podría llegar a tener elecciones en el futuro, pero como las de Venezuela y las de Nicaragua. Mientras él plantea expropiar, yo defiendo la propiedad privada; mientras él plantea imprimir billetes como mecanismo para superar la pobreza, yo planteo fortalecer la economía, que llegue a las personas más vulnerables y garantizar el empleo. Su discurso es de odio y lucha de clases. Yo represento todo lo contrario a lo que él representa.
P. Petro ha dicho que no respalda al Gobierno de Maduro.
R. No le creo en absoluto, es una estrategia de campaña. En el pasado se declaró admirador profundo de las políticas de Chávez.
P. ¿Cree realmente que Colombia acabaría como Venezuela si gana Petro?
R. No tengo la menor duda. Comenzaría las expropiaciones, cambiaría la Constitución, se mantendría en el poder, comenzaría con un discurso cada vez más fuerte de lucha de clases y de odio, aprovecharía las brechas sociales del país. Ese es mi temor, por eso hay mucho en juego.
P. ¿Retomaría como presidente las relaciones con Venezuela?
R. Es imposible tener relaciones con una dictadura, con quien protege hoy a los peores criminales colombianos que están en su territorio, que se aprovecha de los peores problemas nuestros: narcotráfico y minería ilegal.
P. Muchos dicen que es usted el candidato de Ávaro Uribe.
R. Soy el candidato de la gente.
P. ¿Cómo es su relación con el expresidente?
R. Una relación de respeto, así como lo tengo con varios presidentes, como Pastrana, como Gaviria. Yo estoy mirando a futuro, no me voy a poner a hablar de los expresidentes ni bien ni mal. Lo bueno que se ha logrado durante tantos años, no solo lo continuaremos, sino que lo mejoraremos. Y lo que no funcione, lo vamos a cambiar. Tengo el carácter y la claridad para entender lo que funciona y lo que funciona. El retrovisor se lo dejo a otros.
P. ¿Qué lo diferencia del Centro Democrático?
R. Es que no hago parte del Centro Democrático. Lo importante es la gente, no los partidos.
P. ¿Sería bienvenido el Centro Democrático en el Equipo por Colombia?
R. Eso no se ha discutido, ellos apenas acaban de definir su proceso y candidato. Yo no cierro puertas ni para ellos ni para otros.
P. Si finalmente Uribe pide el voto por usted, ¿le resultaría incómodo?
R. No, es que muchas personas pueden pedir el voto por mí. Yo lo que quiero es recibir el apoyo de mucha gente. Ellos tienen hoy un candidato y soy respetuoso de él. Yo tengo mi candidatura independiente.
P. ¿Quién su rival a batir?
R. Los corruptos y los violentos.
P. Le acusan de ser la opción continuista.
R. Quienes dicen eso son los que han estado en ministerios ocho años, los que han sido senadores durante más de 20 años. Continuistas, ellos. Yo fui alcalde, llegué por firmas, me avaló la ciudadanía. Ahora llego por firmas a buscar la presidencia. Crecí muy alejado de las pasiones políticas, no vengo de familia política. Quienes me acusan de continuidad son quienes han ocupado todos los cargos toda la vida en todos los gobiernos y están en otra coalición. Yo lo que he hecho es una carrera al servicio público desde la calle, así como me ves, con bluyines, de tenis. Eso sí, un país no comienza de la noche a la mañana, todo lo bueno que haya pasado a lo largo de estos años no solo va a continuar, sino que lo voy a mejorar.
P. ¿Qué es lo bueno que ha pasado?
R. El país fue logrando mayores coberturas en educación, en el sistema de salud, llegó a algunas regiones donde no llegaba. Pero falta mucho. El plan de vacunación va bien, y eso tenemos que reconocerlo. Colombia hoy tiene su economía que va disparada, pero lo que tiene que pasar es que se tiene que ver reflejada en el cierre de las brechas sociales y de generación de empleo masivo. Especialmente para nuestras mujeres y nuestros jóvenes. Hay 3,5 millones de jóvenes ninis, que ni estudian ni trabajan, donde el 68% son mujeres.
P. ¿Entiende los motivos de los jóvenes para salir a protestar?
R. La protesta pacífica siempre es válida y hay que garantizarla. De 10 jóvenes que terminan bachillerato, solo cuatro o cinco tienen acceso a la educación superior. Tienen derecho a protestar. Pero otra cosa muy diferente son la violencia y los bloqueos. Algunos, que estaban instrumentalizados y bien financiados a través de grupos armados como ha sido comprobado, lo que querían generar era violencia y anarquía. Así no se resuelven los problemas, hay que mantener el orden respetando los derechos humanos. Como presidente voy a garantizar la protesta social, pero sobre todo voy a trabajar para que cambie lo que ha generado dicha protesta.
P. ¿Cómo valora la gestión de Iván Duque durante el paro?
R. Fue una situación compleja, difícil. En algunos momentos se hubiera requerido la presencia del presidente, por ejemplo en Cali. El orden y la seguridad hay que garantizarlos.
P. Habla mucho de seguridad. ¿Es su prioridad?
R. La seguridad no es un asunto de izquierda ni derecha, es un derecho y hay que garantizarlo. La seguridad se logra con un Estado fuerte y que tenga el control y garantice las oportunidades. La educación es el golpe más grande contra la criminalidad. Y frente a la seguridad rural, el 78% de las masacres han ocurrido en las cinco zonas donde más aumentaron los cultivos ilícitos, estamos nadando en droga. Esas estructuras están ahí porque el Estado nunca ha llegado.
P. ¿Está a favor del uso del glifosato?
R. La Corte está definiendo bajo qué condiciones se debe usar. Hoy tenemos 245.000 hectáreas de cultivos ilícitos, una situación peor que la que teníamos en la década de los 90. Miraremos cómo define la Corte las condiciones y, exceptuando áreas donde hay comunidades o recursos hídricos, veremos de qué forma valdría la pena aplicarlo. También hay que duplicar las familias en sustitución de cultivos ilícitos, pero sin infraestructura o vías terciarias no va a cambiar la realidad del narcotráfico. Yo propongo pasar de un billón de pesos a tres billones anuales en vías terciarias para llegar al campo.
P. Muchos dan por fracasada la guerra contra las drogas y hablan de legalización.
R. Yo no estoy de acuerdo con la legalización. Estoy de acuerdo en entender esto como un problema de salud público, hay que dar garantías a los adictos, pero he visto como la droga acaba con familias enteras. El combate no solo puede ser solo de Colombia, nosotros ponemos los muertos y hacemos el sacrificio, pero cuando sale la droga para Europa y Estados Unidos, parece que esto es un juego. Quien consume tiene ver de dónde vienen estos productos y lo que hay detrás.
P. ¿Cuál es hoy el principal problema del país?
R. Sin lugar a dudas la corrupción y la violencia. Eliminando esos dos factores, a Colombia no la para nadie. La corrupción es el impuesto más caro que pagan los pobres. Yo creo en un concepto claro de autoridad, pero la seguridad se logra con un Estado fuerte, que brinde oportunidades y llegue a los territorios.
P. ¿Cuál sería su primera medida como presidente?
R. Lucha contra la corrupción.
P. ¿Eso cómo se hace?
R. Primero, nombrando un buen equipo. Segundo, implementando todas las medidas para que no se roben un peso, para que la plata llegue a donde tiene que llegar, a las regiones.
P. ¿Pone la mano en el fuego por todos sus compañeros de coalición?
R. Creo en ellos, han logrado transformaciones importantes en sus regiones.
P. Dentro de su coalición hay diferentes visiones sobre el proceso de paz. ¿Usted lo apoya?
R. Yo voté sí al acuerdo. No estoy planteando volver al sí o al no, el país debe ir hacia adelante. Aquí hay que cumplir, el Estado tiene que cumplir y las FARC tienen que cumplir y no han cumplido. Hay que cumplirle a nuestros campesinos, no es cumplirle a las FARC. Se firmó la paz, pero no hay paz. Yo no me devuelvo a la discusión de si acabamos o no el acuerdo de paz, pero tienen que haber verdad, justicia y reparación. Estoy del lado de las víctimas y quiero que el país cambie definitivamente. Hay que cumplirle a aquellos jóvenes que entregaron las armas, porque además ellos también son víctimas de las FARC, fueron reclutados cuando eran niños y ellos también se merecen un mejor futuro. Va a existir paz cuando haya seguridad y garantías de inversión social. No debe existir impunidad. Tanto los grupos paramilitares como la guerrilla para mí hoy no guardan ningún trasfondo ideológico, para mí son todos narcotraficantes, son mafiosos. El país tiene que poner orden.
P. ¿Qué tipo de penas espera de la JEP?
R. Espero que haga su trabajo y tenga todas las garantías para hacerlo. Y que sean condenas que garanticen confianza ante la justicia y que las víctimas sientan que se hizo justicia.
P. ¿Deberían ser compatibles las penas con que los exguerrilleros sigan en política?
R. Yo he hablado con personas desmovilizadas de las FARC, sobre todo jóvenes, y ellos la están pasando mal. Aquí los únicos que la están pasando bien son quienes los reclutaron cuando eran niños, que están hoy en el Congreso. Ellos tienen unas curules que se les regalaron, yo creo que es uno de los temas que más le generan dolor a las víctimas y a los colombianos. La JEP, con independencia, que haga lo que le corresponde.
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