La penúltima celebración del FC Barcelona femenino bicampeón de Europa tuvo lugar en la mítica plaça Sant Jaume de Barcelona, donde las jugadoras fueron recibidas por el President de la Generalitat, Pere Aragonés, y la alcaldesa de Barcelona en funciones, Ada Colau, con alrededor de 2.000 aficionados en la plaza alentando a sus jugadoras y festejando el título conseguido en Eindhoven.
Bajaron del autocar en Via Laietana y recorrieron a pie hasta las puertas del Palau de la Generalitat con una primera fila de la comitiva formada por Joan Laporta, Xavi Puig, Alexia Putellas y la Champions en sus manos.
Actos protocolarios en ambos lados de la plaza, recepciones, regalos, parlamentos y demás, pero lo más esperado ocurrió en los balcones. Las futbolistas del Barça tomaron la palabra y cantaron junto a sus aficionados, con Mapi León y Claudia Pina como las más animadas, y los tradicionales cánticos exportados del Johan a Sant Jaume.
La timidez de los primeros minutos en la Generalitat se fue diluyendo cuando salieron en grupos de cuatro o cinco al balcón del emblemático edificio. La primera remesa, con Alexia, Paredes, Patri, Torrejón, Graham y Paños, junto a Jonatan Giráldez, Joan Laporta, Xavi Puig y Pere Aragonés, fue más bien protocolaria y formal. En una segunda tongada Lucy Bronze se erigió como maestra de ceremonias y con un ‘Bona tarda’ en catalán levantó a toda la plaza. Las jóvenes Salma y Vicky se animaron a cantar campeonas mientras que Bruna Vilamala escuchó como todo el mundo le cantaba el cumpleaños feliz. Aitana, afónica tras celebrarlo por todo lo alto, se limitó a decir unas breves palabras en su último halo de voz. Y así fueron pasando todas para cruzar posteriormente a pie los cincuenta metros que separan a las dos sedes institucionales.
En una celebración de esta índole era raro que ninguna, mico en mano, se arrancase con la frase viral de David Bisbal “cómo están los máquinas”. Mapi León fue la encargada y la plaza enloqueció por completo. A oídos de este cronista se podría hablar de triple empate entre la propia Mapi, Alexia y Aitana como las más laureadas, por lo menos en cuanto a estruendo, y la cuarta en discordia podría ser perfectamente muy cerca Patri Guijarro, que escuchó a las cerca de 2.000 personas corear ‘MVP, MVP’ en referencia al premio como la mejor de la final.
Cumplidos los formalismos y lo que no fueron formalismos, camino de nuevo al autocar y rumbo a la cena de celebración oficial para, ahora sí, la última celebración antes de tomar unas largas y merecidas vacaciones.