Dos hombres que abrieron fuego contra una multitud reunida en una fiesta de bebé, podrían haber actuado en relación a un conflicto entre pandillas, informó la policía de Chicago este domingo.
Las autoridades solo tienen “fragmentos de información” sobre lo que sucedió en la reunión familiar en Chicago porque los testigos no están cooperando, dijo un portavoz de la policía, pero los investigadores esperan que la gravedad de las lesiones de los dos niños hospitalizados motiven a los testigos en hablar.
Un total de seis personas fueron heridas tras la balacera la noche del sábado.
“Este es un incidente muy trágico. Tiene dos niños pequeños, uno de 8 años y otro de 10 años, luchando por sus vidas”, dijo el portavoz de la policía de Chicago, Anthony Guglielmi.
Al menos una docena de personas se encontraban en el patio de una casa decorada con globos para la fiesta de nacimiento cuando dos hombres armados se acercaron a pie y comenzaron a disparar alrededor de las 6:30 p.m. el sábado, dijo Guglielmi.
Los sospechosos dispararon varias rondas y salieron corriendo por un callejón, según el portavoz.
Un niño de 8 años recibió un disparo en el pecho y la espalda, y una niña de 10 años recibió un disparo en la pierna. Ambos menores, cuyas identidades no han sido reveladas, se encontraban en condición crítica pero estable.
Otras cuatro personas también recibieron heridas de bala: tres hombres entre 23 y 48 años y una mujer de 29 años. La mujer fue hospitalizada en estado crítico, y los dos hombres más jóvenes estaban en condición estable.
La condición del tercer hombre era desconocida, y Guglielmi dijo que no estaba claro si la mujer que estaba lastimada pudo haber sido la persona que estaba embarazada.
La gente corrió dentro de la casa cuando comenzaron los disparos. Según los informes, los niños que habían estado jugando en el patio comenzaron a amontonarse unos sobre otros mientras intentaban pasar por la puerta.
“Estábamos tratando de coger a los niños, sacar a los niños del camino. Iban a ser aplastados “, dijo Richard Nix al medio local The Chicago Tribune. “No había nada más que niños frente a la casa, sentados en la entrada. Solo estaban jugando, y el tiroteo comenzó”.
El tiroteo ocurrió en el vecindario de West Englewood, en el lado sur de Chicago.
“Es parte de un conflicto mayor que está ocurriendo en esa área”, dijo Guglielmi.
Otro tiroteo temprano este domingo surgió a unas tres cuadras de la casa, pero no estaba claro si había alguna conexión, agregó Guglielmi.
Autoridades han luchado por contener la violencia en Chicago, la tercera ciudad más grande del país. El año pasado se cometieron 561 homicidios en la ciudad, un total que superó el número de asesinatos en Nueva York y Los Ángeles combinados, según la policía local.