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Fíjate en esto en los pimientos de tu frígorífico, es importante

Los pimientos son alimentos muy saludables gracias a su alto contenido en vitaminas y antioidantes. Son una fuente rica en magnesio, que se relaciona con el funcionamiento de los nervios y músculos. Ahora bien, a la hora de consumirlos, hay una cosa en la que tenemos que fijarnos a la hora de sacarlos del frigorífico, tal y como nos explica en un vídeo compartido en TikTok @bochapiedrahita.

Lo que debemos hacer al sacar los pimientos del frigorífico es ponerlos boca abajo sobre una tabla de madera. Si tiene cuatro bultos, significa que el pimiento es hembra, así que tiene más semillas y es más dulce. Es perfecto para tomar en crudo. Mientras, si tiene tres bultos, estamos ante un pimiento macho, que es perfecto para cocinar.

Esto es algo que desconocíamos hasta ahora, y también nos puede resultar muy útil a la hora de elegir los pimientos en la tienda. En función de para qué vayamos a utilizarlos, debemos elegir pimientos macho o hembra, siguiendo las indicaciones de @bochapiedrahita.

@bochapiedrahita

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¿Cómo conservar los pimientos?

Para aprovechar al máximo las propiedades de los pimientos, es fundamental que sepamos cómo conservarlos.

A la hora de comprarlos, tenemos que elegir piezas duras y carnosas, que resulten fires al tacto, y tengan la piel lisa y un color brillante. Debemos evitar aquellos pimientos con arrugas o manchas.

Si vamos a usarlos unos pocos días después de haberlos comprado, lo mejor es almacenarlos en el cajón de las verduras del frigorífico. Eso sí, es importante que los saquemos de la bolsa o el envase de plástico para que circule el aire. Si la refrigeración es la adecuada, los pimientos pueden durar en perfecto estado hasta cinco días.

Los pimientos se pueden congelar, pero hay que saber cómo hacerlo. Lo primero es lavarlos con abundante agua tibia. A continuación, los cortamos por la mitad de forma transversal, y les sacamos el corazón, las venitas y las semillas. El siguiente paso consiste en cortar los pimientos en la forma que queramos, en rodajas o en tiras, por ejemplo.

Los extendemos en una bandeja y la llevamos al congelador hasta que todos los pimientos estén congelados. Luego, sacamos la bandeja del congelador y los pasamos a una bolsa especial para congelar alimentos. Podemos agruparlos en pequeñas cantidades y envolverlos en papel film, y después guardar todos los paquetes en la bolsa. De esta manera, descongelaremos únicamente la cantidad que vayamos a utilizar para cada receta.


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