Final de locura en el Metropolitano en el partido entre el Atlético de Madrid y la Real Sociedad. Minuto 88 con el equipo colchonero ya muy cansado, jugada de los rojiblancos que encabezó Riquelme, con Griemann y Morata de por medio, dejada del madrileño para que el francés disparase abajo, con muy mala intención.
En el suelo, un Carlos Fernández que se revolvía tras la primera acción y que, con su brazo, evitaba que el balón fuese con dirección a la portería de Remiro. Munuera Montero no tenía duda alguna, penalti. Indignación entre los jugadores de la Real Sociedad, que rodeaban al colegiado andaluz para pedirle explicaciones.
Se supone que cuando un jugador está en el suelo, si el brazo está apoyado o está en camino de apoyarse no es penalti, pero en el caso del jugador de la Real Sociedad, estando tendido su brazo no estaba en posición de apoyarse y sí que ocupaba el espacio que evitaba que posiblemente el disparo de Griezmann se fuese a la red.
El penalti lanzado por Griezmann
El propio francés asumía la responsabilidad y engañaba a Remiro para hacerle un gol más a su Real Sociedad. El de Macon se ha convertido en una pesadilla para su ‘ex’, al que le ha hecho ocho goles, seis con el Atlético y dos con el Barça.