La calificadora señaló la necesidad de una reforma tributaria para cumplir con las metas de 2021, pero apuntó la dificultad de concretarla por las elecciones legislativas.
La calificadora internacional Fitch confirmó su calificación crediticia de “BBB” para México y mantuvo su perspectiva como “estable”, de acuerdo con un comunicado de prensa.
Fitch destacó la diversificación de la economía mexicana y las políticas disciplinadas que han mantenido la estabilidad macroeconómica, pero señaló el bajo crecimiento económico, las bajos ingresos fiscales en comparación con otros países y la poca penetración del crédito como debilidades.
“Una caída en la inversión privada (y una caída del 20% en la inversión pública hasta la fecha) ha pesado en la economía en 2019, y parece estar impulsada más por la incertidumbre doméstica, más que en la relacionada con el comercio exterior”, afirmó Fitch.
A juicio de la calificadora, la reciente renegociación del T-MEC y su posterior ratificación despeja la incertidumbre comercial, pero “no expande significativamente el acceso al mercado ni fortalece la perspectiva de crecimiento para México”.
Fitch también anticipó que Pemex contribuirá en menor medida a los ingresos nacionales durante 2020 de lo que lo hizo en 2019 y una caída en su producción de crudo.
De igual manera, apuntó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador “está considerando ideas para una reforma tributaria que podrían aplicarse a partir de 2022 y una reforma al marco fiscal para permitir una política más anticíclica”.
Sin embargo, Fitch afirmó que sería difícil cumplir con el objetivo fiscal actual en 2021 sin una reforma en la materia, pero las perspectivas para ésta podrían complicarse con las elecciones legislativas de 2021.