Florentino Pérez se prepara para su sexto mandato como presidente del Real Madrid, a partir de este lunes a medianoche (fin del plazo de presentación de candidaturas), después de que el empresario Enrique Riquelme (Cox, Alicante, 32 años), único que había manifestado en público su intención de competir, desistiera este sábado de disputarle las elecciones. En una nota distribuida a los medios, dice que no sigue adelante “debido a que los reducidos plazos establecidos por la actual Directiva y la Junta Electoral hacen imposible presentar la candidatura completa en la que venía trabajando y asegurar una campaña en la que realmente pueda explicar a todos los socios el proyecto”.
Pérez (Madrid, 74 años) activó el proceso electoral el pasado 1 de abril, Jueves Santo, semanas antes de lo que lo había hecho en las dos últimas ocasiones, en las que fue el único candidato. En 2017, inició el proceso el 8 de junio y en 2013, el 20 de mayo. Fuentes cercanas a la directiva madridista dicen que la Eurocopa de este año, del 11 de junio al 11 de julio, dificultaban realizar el proceso en junio, y que además las obras de reforma del Bernabéu requerían poder tomar cuanto antes decisiones sobre el recinto.
Fuentes cercanas a Riquelme, presidente de la fotovoltaica Cox Energy, con fuerte peso en Latinoamérica, dicen que los tiempos del proceso han dificultado la formalización del preaval bancario necesario para la candidatura. La Ley del Deporte de 1990 y el real decreto sobre sociedades anónimas deportivas de 1999 exigen que la junta avale un 15% del presupuesto del club, requisito que rige también en el FC Barcelona, aunque con alguna diferencia introducida en los respectivos estatutos.
Para presentarse a estas elecciones del Madrid, las candidaturas nuevas debían presentar un preaval de 123,8 millones de euros, cantidad que resulta de calcular el 15% del presupuesto del club con las amortizaciones, es decir, 825,2 millones.
En el caso de Pérez, su junta no necesitaba presentar ningún preaval esta vez, ya que bajo su mandato el club ha acumulado 399 millones de euros de beneficios desde 2009, el periodo que llevan al mando de manera ininterrumpida. Según fuentes de LaLiga, la regulación establece un “mecanismo de compensación de avales”, que significa que año a año se comparan los beneficios con el aval necesario y a medida que aumentan las ganancias se reduce el aval. Y al revés: las pérdidas requieren aumentarlo.
Se trata básicamente del mismo mecanismo que rige en el Barça, aunque con algunas diferencias. Los estatutos del Madrid, modificados en 2012 por iniciativa de Pérez, introdujeron la necesidad de que el aval fuera previo a la presentación de la candidatura (en el Barça se requiere solo a posteriori al ganador) y de que la junta lo garantizara con su patrimonio personal (en el Barça no es necesario, y a Laporta, por ejemplo, le avalan empresarios y fondos que no tuvo que revelar ni antes ni después de ser presidente).
La otra gran diferencia es que el Madrid exige al candidato 20 años de antigüedad como socio y el Barça, 10. Riquelme tiene la antigüedad y ha asegurado disponer de los recursos económicos, pero no competirá esta vez, sino que pospone su plan: “Confirma oficialmente su intención de presentarse a las próximas elecciones”, decía su nota de este sábado, en la que delineaba alguna de las líneas principales de su plan, como la creación del Real Madrid América, un equipo que participaría en la liga estadounidense (MLS), “donde las promesas del Castilla y los más veteranos del primer equipo puedan competir”.
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