Ford eliminará unos 7,000 puestos administrativos, aproximadamente el 10% de su fuerza laboral global como parte de una gran reestructura, informó el lunes la automotriz.
La empresa prevé eliminar miles de empleos para agosto.
El plan ahorrará aproximadamente $600 millones al año al eliminar la burocracia y aumentar el número de empleados que reportan con cada gerente, agregó Ford.
En un memorando enviado a los empleados del lunes, el director general, Jim Hackett, dijo que la cuarta oleada de reestructuración comenzará el martes y la mayoría de los despidos se habrán llevado a cabo para el 24 de mayo.
“Para tener éxito en nuestra competitiva industria y posicionar a Ford para resultar victorioso en un futuro con carga rápida, debemos reducir la burocracia, empoderar a los gerentes, acelerar la toma de decisiones, enfocarnos en el trabajo más valioso y reducir costos”, escribió Hackett.
En Estados Unidos, unos 1,500 empleados administrativos dejaron la empresa voluntariamente desde que comenzó la reestructuración el año pasado, algunos a cambio de liquidaciones.
Aproximadamente 300 ya fueron despedidos y habrá otros 500 despidos a partir de esta semana.
La mayoría de los empleados administrativos de Ford está en y alrededor de la sede corporativa en Dearborn, Michigan.
Es la segunda ola de despidos recientes entre las empresas automotrices de Detroit aunque las compañías han estado reportando ganancias robustas.
Las ventas en Estados Unidos, donde las compañías obtienen la mayoría de sus ingresos, han disminuido levemente pero siguen siendo fuertes.
En noviembre, General Motors anunció el recorte de 14,000 empleos a fin de reducir gastos y virar hacia la fabricación de vehículos eléctricos y autónomos.
Esos despidos incluyeron el cierre de cinco fábricas en Estados Unidos y Canadá y la eliminación de 8,000 puestos ejecutivos alrededor del mundo.
Se eliminaron unos 6,000 puestos de fábrica, pero en su mayoría son puestos en Estados Unidos que serán trasladados a fábricas para la fabricación de camiones y SUVs.
Ambas compañías dicen que los recortes son necesarios para prepararse para el futuro, debido a los grandes gastos de capital que tienen para actualizar sus vehículos y desarrollarlos con nuevas tecnologías.
Esos recortes le valieron a GM ácidas críticas por parte del presidente Donald Trump, especialmente por el cierre de una planta en Lordstown, Ohio.
Trump hizo campaña prometiendo el regreso de los puestos de empleo en el centro-occidente del país. GM ha anunciado un posible acuerdo para vender la planta de Lordstown a un fabricante de vehículos eléctricos, pero ello no se ha concretado todavía.