NUEVA YORK – La médico forense que practicó la autopsia de Lesandro “Junior” Guzmán Feliz reveló el suplicio que vivió el quinceañero en sus últimos minutos de vida.
El juez Robert Neary advirtió a los miembros del jurado que las fotografías del lacerado cuerpo de Junior podrían resultar perturbadoras. Los miembros del jurado observaron de cerca las heridas y los golpes infligidos por el grupo de presuntos pandilleros.
Sin embargo, la forense Sophia Rodríguez dijo que la herida que mató al adolescente fue la que recibió en el cuello y que cortó la vena yugular.
La médico declaró que la puñalada al cuello hizo que Junior se desangrara en cuestión de minutos.
Según la especialista, la incisión en el cuello del quinceañero era de casi dos pulgadas de ancho y cuatro pulgadas y media de profundidad. El arma blanca entró por el lado derecho del cuello y lo atravesó hasta salir por el lado izquierdo de su cara debajo de la quijada, afirmó la forense.
Rodríguez dijo que halló heridas en los músculos del cuello, la vena yugular, el tejido de la parte posterior de la boca y hasta en un hueso cerca de la espina dorsal.
La forense también observó golpes contundentes en partes de su rostro y laceraciones “superficiales” en el pecho y las piernas.
De acuerdo con la experta, el adolescente intentó protegerse durante el ataque, como lo demuestran las heridas de defensa.
Además de Rodríguez, los fiscales presentaron a otro testigo, un inspector del Departamento de Prisiones que expuso ante el jurado las grabaciones de las llamadas telefónicas que hicieron algunos de los acusados desde la prisión.
En una de las grabaciones, se escucha al acusado Danel Fernández expresar que “todo el mundo le metió cuchillo (a Junior)”.
Aunque la forense señaló que fue una puñalada la que mató a Junior, los fiscales intentan probar que los acusados actuaron como uno con una misma misión: asesinar al quinceañero.