Francia entiende la necesidad de modernizarse y quiere revolucionar el mundo del arbitraje. En un encuentro que ha tenido lugar esta mañana en Clairefontaine, Eric Borghini, presidente de la Comisión Federal de Árbitros ha valorado la importancia de innovar para acercarse a los aficionados: “Estamos a favor de que cada colegiado lleve un micrófono abierto de principio a fin de cada partido, pero necesitamos la aprobación de la FIFA”, ha comentado.
El cambio no pretende ser radical sino progresivo: “Es probable que para poner en marcha este experimento, primero nos pidan que lo probemos cuando intervenga el VAR. Estamos de acuerdo. No tenemos nada que ocultar. No nos asusta trabajar con total transparencia. Creo que el arbitraje se entiende mucho mejor si tenemos acceso al diálogo que mantienen entre los futbolistas y el equipo encargado de dirigir el encuentro”, ha añadido.
Francia quiere que a medio plazo el arbitraje sea como en el rugby, en el que se escucha todo. Hacerlo más humano, sobre todo para aquellos momentos que haya errores. Otra de las novedades tiene que ver con la comunicación: “Los árbitros hablarán inmediatamente después de los partidos. Tenemos que prepararlos, darles formación y que sepan explicarse ante problemas, pero tienen que explicarse ante los medios”, ha concluido Eric Borghini.