La muerte de al menos 27 migrantes, entre ellos mujeres y menores de edad, al volcar en el canal de la Mancha la embarcación precaria en la que trataban de llegar hasta la costa británica ha provocado una fuerte conmoción en Francia, cuyas máximas autoridades han reclamado más esfuerzos europeos, y mayor coordinación para combatir las redes de traficantes que organizan estas travesías ilegales. Al mismo tiempo, el peor naufragio en años en estas aguas compartidas amenaza con volver a tensar las ya de por sí difíciles relaciones entre París y Londres.
En una conversación telefónica celebrada la pasada madrugada, el presidente francés, Emmanuel Macron, recordó al primer ministro británico, Boris Johnson, la “responsabilidad compartida de Francia y Reino Unido” en materia migratoria. Por un acuerdo de 2003, la frontera británica regional está situada en la cercana costa francesa, cuyos agentes se ocupan de realizar la vigilancia con fondos aportados por Londres. Además, el jefe de Estado galo le hizo saber al premier británico que espera que “los británicos cooperen plenamente y que se abstengan de instrumentalizar una situación dramática con fines políticos”, informó el Elíseo este jueves.
Por su parte Johnson, que había declarado poco antes que los esfuerzos realizados por Francia para impedir las travesías “no bastan”, le reiteró a Macron su propuesta de realizar patrullas conjuntas en la costa francesa, una posibilidad que París ha rechazado previamente por cuestiones de soberanía, destaca la Agencia France Presse.
El naufragio del miércoles ha dejado un saldo provisional de 27 fallecidos, entre ellos 17 hombres, siete mujeres y tres jóvenes, probablemente adolescentes (dos chicos y una chica de edad aún por precisar), informó este jueves la Fiscalía de Lille. Dos hombres aquejados de hipotermia —un somalí y un iraquí, según las primeras informaciones— lograron ser rescatados y su vida no corre peligro, agregó la Fiscalía, que ha abierto una investigación por “ayuda a ingresar y a residir de forma irregular”, “homicidio involuntario” y “asociación de malhechores”, según France Télévisions.
Durante la noche además fue arrestado un quinto hombre sospechoso de pertenecer a la red de tráfico de personas que habría organizado la mortal travesía marítima, confirmó este jueves el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en la emisora RTL. Según indicó, el coche del último arrestado tenía una “matrícula alemana” y había comprado las zódiacs en Alemania. Un hecho que refuerza, según París, su tesis de que en la lucha contra la inmigración irregular y, sobre todo, contra las redes que organizan las travesías, requiere de la implicación de todos los países vecinos.
“Hay organizaciones criminales en Países Bajos, en Bélgica, en Alemania e Inglaterra”, recordó al respecto Darmanin. Ya la víspera, Macron había pedido “acelerar el desmantelamiento de las redes criminales” junto a esos países, así como un mayor esfuerzo de toda Europa, que debe aprobar un “refuerzo inmediato de los medios de Frontex en las fronteras exteriores de la UE” y, también, celebrar una “reunión de urgencia de los ministros europeos concernidos por el desafío migratorio”, dijo en un comunicado.
En lo que va de año, Francia dice haber desmantelado 44 redes de traficantes, frente a 23 en 2020, y ha detenido a más de 1.500 traficantes a lo largo del litoral norte frente a la costa británica.
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