Frases de Fernando de Rojas en el día de su muerte

El escritor Fernando de Rojas muere un 8 de abril de 1541. El autor de la célebre obra La Celestina, que escribió sobre el 1499 con el título Comedia de Calisto y Melibea nos dejó más historias. Repasamos las frases de Fernando de Rojas en el día de su muerte.

El autor estudia derecho en la Universidad de Salamanca (1496-1497), en grado de Leyes, y al parecer tuvo problemas con la Inquisición, por su condición de judío converso.

Mayor es la llama que dura ochenta años, que la que en vn día passa, y mayor la que mata vn ánima, que la que quema cient mill cuerpos.

Un solo maestro de vicios dice que basta para corromper un gran pueblo. frases de Fernando de Rojas en el día de su muerte.

¿No ves que es necedad o simpleza llorar por lo que con llorar no se puede remediar?

Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy no pudiese morir.

Cuando el corazón está embargado de pasión, están cerrados los oídos al consejo, y en tal tiempo las palabras sensatas, en lugar de amansar, acrecientan la saña. «La Celestina»

El silencio escuda y suele encubrir la falta de ingenio y torpeza de lenguas.

¿No ves que es necedad o simpleza llorar por lo que con llorar no se puede remediar?

Amor es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia, un alegre tormento, una dulce y fiera herida, una blanda muerte.

Dejemos llorar al qué dolor tiene, que las lágrimas y los suspiros desenconan el corazón dolorido.

Pero bien sé que sobí para decender, florescí para secarme, gozé para entristecerme, nascí para biuir, biuí para crecer, crecí para enuejecer, enuejecí para morirme.

Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy no pudiese morir.

El silencio escuda y suele encubrir la falta de ingenio y torpeza de lenguas.

Cuando el corazón está embargado de pasión, están cerrados los oídos al consejo, y en tal tiempo las palabras sensatas, en lugar de amansar, acrecientan la saña.

Quien vive de sólo un mal,

¡en qué de cuidados muere!

Quien de muchos males vive,

¡qué dello anima su muerte!

No hay bien como muchos males,

porque un mal solo es de suerte

que por ser uno no más,

sólo a aquél el alma atiende;

pero el alma en muchos males

se consuela o se divierte.

Ninguna cosa es más lexos de verdad que la vulgar opinión. Nunca alegre viuirás, si por voluntad de muchos te riges. Porque estas son conclusiones verdaderas, que qualquier cosa, que el vulgo piensa, es vanidad; lo que fabla, falsedad; lo que reprueua es bondad; lo que aprueua, maldad.


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