Froome, durante una etapa de la Dauphiné de 2019.ANNE-CHRISTINE POUJOULAT / AFPNi en el Ineos ni contra el Ineos, dicen los que saben que Chris Froome encontrará la paz, y la paz, para el ciclista británico –35 años, una caída terrible con fractura de cadera hace 12 meses, una incógnita deportivamente en una temporada, la de 2020, que aún no ha comenzado–, no parece ser otra que ganar, por fin, el quinto Tour que se le resiste y que le permitiría empatar en la historia con los gigantes de la ruta, Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain.Team INEOS confirms we will not be renewing @chrisfroome’s contract – so after 10 great years this season will be Chris’s last with the team.— Team INEOS (@TeamINEOS) July 9, 2020
La paz, sin embargo, también tiene una componente económica y de orgullo para Froome, que, definitivamente, ha elegido no seguir en el Ineos, el equipo antes llamado Sky en el que corre desde 2010 y en el que se transformó a los 26 años en un campeón capaz de ganar cuatro Tours, un Giro y dos Vueltas, y de regalarle un Tour a Wiggins.Y hay un equipo recién llegado a las grandes ligas, el Israel Start-Up Nation, propiedad del Estado israelí a medias con el millonario filántropo canadiense-israelí Sylvan Adams, encantado de recibirle y de ofrecerle un contrato de tres años pese a su edad y a las incógnitas. Así lo anunció, minutos después del comunicado del Ineos, el propio equipo israelí, cuyas negociaciones con el británico sonaron en todos los medios a lo largo del verano. Con Froome no solo cubrirán el lado deportivo sino, fundamentalmente, el lado mediático, la atención mundial y la publicidad. La relación entre Froome e Israel ya es antigua. Israel pagó directamente a Froome una gran cantidad para que participara en el Giro de 2018, que partió de Jerusalén. El británico se encontrará con un equipo en crecimiento liderado por el irlandés Dan Martin (y con el español Dani Navarro), y un mánager deportivo, el finlandés Kjell Carlstrom, con el que coincidió algunos años como ciclista en el Sky.El británico ha escogido buscar la paz a partir de enero de 2021 fuera de la estructura creada por Dave Brailsford, un patrón visionario que domina el Tour desde 2012 con cuatro ganadores diferentes –Wiggins, Froome, Thomas y Egan Bernal–, en una serie solo rota en 2014 por un Nibali que aprovechó las caídas de Froome y Contador—y que decidió hace un par de años que el futuro era la cordillera de los Andes. Y Egan, colombiano de Zipaquirá, ganador del Tour de 2019, y a quienes todos señalan como el primer ganador de seis Tours, por lo menos, será el líder único en el Tour del 20, que comienza dentro de mes y 20 días (el 29 de agosto). La presencia de Froome no es segura y dependerá de la recuperación tras su caída y de un estado de ánimo que ya sufrió un duro golpe hace unos meses con el fallecimiento de Nicolas Portal, el director deportivo que le ha guiado en todas sus victorias.
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