La prensa británica se han hecho eco de las denuncias de varios aficionados daneses, que se vieron atacados por hinchas ingleses el pasado miércoles, a la salida del Estadio de Wembley, tras caer la selección de Kasper Hjulmand (2-1) en la semifinal de la Eurocopa 2020 frente a Inglaterra.
Jeanette Jorgensen, danesa afincada en Londres desde hace 15 años, confesó en The Guardian el mal rato que le hicieron pasar algunos fans ingleses. “Cuando salíamos del estadio tras el partido, la gente empezó a gritarnos que nos fuésemos de allí. Trataron de quitarnos la bandera de Dinamarca y como no lo consiguieron, empezaron a tirarme del pelo. Fue terrorífico”. La seguidora danesa denunció los hechos ante la policía.
Los episodios violentos también se trasladaron a un autobús, donde un grupo de seguidores ingleses agredieron a un padre delante de su hijo por el simple hecho de lucir la camiseta de la selección danesa.
“Mis hijas de 14 y 11 años no se atrevieron a lucir la camiseta de la selección por las intimidaciones de los seguidores ingleses”, declaró Sigrun Matthiesen Campbell en el portal danés DR. Además la cosa no quedó en una simple intimidación para esta familia, que vio como varios aficionados les escupieron e insultaron en Wembley.
La Federación Danesa de Fútbol contaba con 8.000 entradas, que fueron repartidas en su mayoría entre daneses afincados en el Reino Unido, debido a las estrictas normas de cuarentena impuestas por el gobierno británico. Según los testigos, en la zona reservada para la afición visitante se colaron varios ‘hooligans’. Jorgensen afirmó que “vi cómo un inglés sacaba a empujones a un niño de su asiento para poder ocuparlo”.
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