A la familia de Marlen Ochoa, la joven embarazada que fue asesinada presuntamente para quitarle al su bebé, se le avecina una difícil semana: decidir el futuro del recién nacido, preparar el último adiós y esperar respuesta por visas humanitarias que permitirían a las abuelas asistir al entierro.
Julie Contreras, activista, pastora y representante de LULAC dijo el sábado que la familia de Marlen Ochoa espera la aprobación de una visa humanitaria para que las abuelas lleguen a Chicago para poder enterrarla.
Contreras aseguró que tan pronto como este lunes, se sabrá si las visas fueron aprobadas por el gobierno.
La activista anunció además los servicios fúnebres que iniciaron con varias jornadas de visitas abiertas al público el sábado. Se espera que el 23 y el 24 de mayo sea el velatorio y el 25 de mayo la despedida final para la joven.
Este mismo lunes, los padres de la joven tomarán una decisión sobre el futuro de su nieto que se aferra a la vida.
La Policía del Condado Cook cree que Ochoa, quien tenía nueve meses de embarazo cuando fue reportada como desaparecida a fines de abril, fue violentamente asesinada en una casa de South Side por dos mujeres el 23 de abril.
Ochoa estaba visitando la vivienda con la intención de recoger artículos para su bebé tras un intercambio organizado en Facebook, según las autoridades.
La policía encontró el cuerpo de Ochoa a principios de esta semana y presentó cargos contra Clarisa Figueroa, de 46 años, y Desiree Figueroa, de 24 años, el jueves.
Ambas se encuentran detenidas sin fianza, junto con Pitor Boback, de 40 años, quien es acusado de ayudar a ocultar el crimen.