Gabriela Cartol (Acapulco, 1989) soñaba con ser actriz desde que tenía tres años, e incluso antes, casi cuando empezó a hablar, según recuerda. Llegó a Ciudad de México en 2007, cuando tenía 12 años, donde siguió su formación artística. Dice que el mejor consejo se lo dio su madre, cuando esta la empujó a que persiguiera sus sueños y se profesionalice en lo que decidiera hacer. “Es mi ejemplo a seguir y gracias a ella también estoy aquí. Es mi mayor influencia”, afirma la intérprete.
Desde entonces, ha participado en obras de teatro y en televisión, en producciones como Malinche y en la serie próxima a estrenarse Hernán, el hombre, con Óscar Jaenada interpretando al conquistador español Hernán Cortés. Asimismo, ha formado parte del elenco en películas como La Tirisia, Sueño en otro idioma y protagonizó, más recientemente, La camarista, cinta por la que obtuvo una nominación a mejor actriz en los Premios Ariel 2019. En su último filme, dirigido por Lila Avilés, Cartol se mete en la piel de Eve, una solitaria camarista que por el deseo de ser alguien más, descubrirá diferentes universos detrás de las pertenencias de los huéspedes en el hotel donde trabaja. Ella sueña a través de ellos y transforma su soledad en compañía.
¿Es La camarista el retrato de un México desigual?
La camarista es el retrato de muchas cosas; de la soledad, de la introspección, de la curiosidad, de la clase trabajadora, pero sobretodo es una película muy humana.
Como actriz, ¿qué fue lo que más le atrajo de Eve?
El lado humano y realista del personaje. Además del rigor que se necesitaba para poder interpretarlo ya que juega en 120 secuencias de 120 secuencias, es decir; está todo el tiempo en pantalla.
¿Qué hace falta en la industria cinematográfica de México para diversificar las historias que se cuentan?
Apoyo para la distribución. Este es un gran tema, hay variedad pero no todas las películas que se filman llegan a salas de cine y mucho menos a salas comerciales. Yo sí les pediría a las distribuidoras y a los que otorgan los fondos de producción y distribución que amplíen el panorama, que apoyen y apuesten no solo por un tipo de película sino por distintos géneros y temas en el cine mexicano.
¿Qué personaje cinematográfico se asemeja a usted?
Cada personaje lleva sin duda algo de mí, pero aún no me ha tocado interpretar alguien que se asemeje a mí completamente.
¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?
Con Guillermo del Toro, tuve oportunidad de conocerlo y fue genial. Es un ser humano hermoso.
Respecto a su trabajo ¿de qué está más orgullosa?
De los personajes que me han tocado interpretar. En específico son tres los que han marcado mi carrera. Ángeles Miguel, en La Tirisia; Ramona, en el cortometraje La Ramona; y Eve, en La Camarista. Estoy también orgullosa de mi aferro y mi determinación y compromiso con la actuación.
¿Qué significa ser actriz?
Significa el minucioso estudio del ser humano y el poder de interpretarlo. Significa vivir mil vidas en una.
¿Cuándo fue la última vez que lloró?
Hace como tres días, soy muy chillona [llorona].
¿Qué película regalaría a un niño para introducirlo en el cine?
El Rey León.
¿Olor preferido?
El olor a café.
¿Quiénes son sus influencias actorales?
Kate Winslet.
¿Algún sitio que le inspira?
No necesariamente sitio, pero viajar por el mundo me inspira muchísimo.
¿La última canción que escuchó en Spotify?
All I need, de Radiohead.
¿Una película en una sala de cine o Netflix en casa?
Cine mil veces. Las películas son experiencias que se tienen que ver en pantalla grande y con las luces apagadas, es una inmersión y suspensión en el tiempo.
¿Qué le reprochan sus amigos?
Mi ausencia, ya no los veo tan seguido desafortunadamente, pero sí procuro mantener la relación y hacerles saber de alguna forma que los amo.
¿Cuál es su lugar favorito en el mundo?
¡Qué difícil! Tengo muchos. Ámsterdam es uno de ellos. Varios lugares de Inglaterra, las aguas termales en Saarbrücken [Alemania], Bacalar en México, Cuba y me falta recorrer Asia y más de África.
¿Qué es un buen fin de semana?
Estar con mi novio en casa o salir con él. Es mi mejor amigo, la paso increíblemente bien. Uy, ir a un buen restaurante también.
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