La plantilla del Alavés suma más acento gallego en el vestuario con el fichaje de Jota Peleteiro por una temporada. El media punta coruñés se une a la pareja que forman Lucas Pérez y Joselu para componer una línea de vanguardia de calidad. Pone en manos de esta terna de gallegos la vocación ofensiva, imaginación y puntería de cara a la portería contraria.
Encaja también el jugador de A Pobra do Caramiñal en ese exitoso hasta ahora perfil de jugadores que ha logrado seducir y atraer el director deportivo, Sergio Fernández. Lucas, Peleteiro y Joselu tienen en común ese paso amargo por el fútbol británico, donde ninguno de los tres logró una trayectoria sólida y consolidada. Ante este panorama, el Alavés ha estado hábil para echar las redes en el caladero inglés y lograr seducir hace dos veranos a Joselu, Lucas Pérez y ahora a Jota Peleteiro. En el caso de los dos primeros, el acierto fue total como quedó demostrado el pasado curso con los 11 goles anotados por cada uno y que fueron cruciales para la salvación babazorra, a pesar de los apuros finales y que no se selló hasta la penúltima jornada. Ambos dos acapararon 22 de los 34 goles anotados por el Alavés el pasado curso y sus acciones fueron las que monopolizaron las jugadas ofensivas y los tantos en un año complicado.
Con el fichaje de Peleteiro se espera seguir en esa línea de recuperación del talento del coruñés en beneficio del juego ofensivo del equipo y que vuelva a ser el jugador brillante que despuntó en el Eibar para dar el salto a Inglaterra. Teniendo además a otros gallegos a su lado como Joselu y Lucas Pérez puede resultar más sencilla esa integración y esperan los seguidores albiazules poder disfrutar de tardes apacibles con la calidad que los tres atesoran fruto de su compenetración. El último partido ante el Athletic de Bilbao dejó clara la relevancia y trascendencia de Lucas Pérez en el juego albiazul. Será ahora turno de Pablo Machín a la hora de encajar las cualidades y virtudes de Jota Peleteiro. El preparador soriano recuperará su esquema favorito de tres centrales y la presencia de tres jugadores en el centro del campo. Ahí se le puede abrir una puerta a Peleteiro ocupando una posición en la que puede tratar de desplazar a Pere Pons de la titularidad. Con Battaglia como inamovible de esa posición de ancla, sobre Pina recae la responsabilidad de dirigir las operaciones ofensivas. Se abre la baraja a la hora de que Peleteiro aporte en esa línea su calidad, en forma de pase filtrado a los puntos, y también el trabajo, brega y visión de juego. En cualquier caso, Machín cuenta con una amplia baraja ahora en la parcela central con peones como los ya mencionados y a los que hay que unir a Manu García y la aportación puntual que pueda suponer la presencia del canterano Abdallahi, poco utilizado hasta el momento.
La versatilidad del exjugador del Aston Vila le puede llevar también a ocupar el costado izquierdo del ataque para iniciar desde allí sus penetraciones y obligar a la defensa rival a fijar su atención sobre él. Ahí ha demostrado dudas el técnico a la hora de señalar a su jugador preferido. Comenzó con Rioja siendo titular en los primeros duelos, aunque el andaluz fue perdiendo relevancia y en ese puesto se ha visto también jugar a Borja Sainz y Duarte, en función de carrilero largo, en el último duelo antes del parón.
Coincidencia en el Castilla de la 2012-13
El aterrizaje de Jota Peleteiro en el vestuario albiazul le va a permitir rencontrarse con antiguos compañeros con los que ya estuvo hace ocho temporadas. En la caseta del Castilla de la campaña 2012-13 convivieron durante ese curso Peleteiro junto a Fernando Pacheco y Burgui, a los que de nuevo el fútbol ha vuelto a unir casi una década después. En aquella ocasión el gallego llegó al filial merengue avalado por su calidad y buen hacer en el Celta B. Fue un cambio mediático de Vigo a Madrid, aunque su estancia en aquella temporada fue testimonial con solo 48 minutos en tres partidos. Un vistazo a la plantilla de aquel Castilla destapa la calidad y relevancia de los jugadores dirigidos por José Alberto Toril. Allí coincidieron nombres como Nacho, el exrealista Diego Llorente, y nombres destacados como Casemiro, Cheryshev, Jesé, Lucas Vázquez, Álvaro Morata o Raúl de Tomás, entre otros. También estaba otro jugador como Rubén Sobrino, con pasado albiazul hasta diciembre de 2018, y que ahora busca su hueco y estabilidad en el explosivo Valencia de Javi Gracia.
Source link