El FC Barcelona visita al Inter en el Giuseppe Meazza este martes obligado a dar la talla en el gran escenario europeo. Lo necesita por pura matemática clasificatoria y por prestigio internacional. El rosario de chascos que en los últimos años ha sufrido el Barça en la Champions League en sus salidas más exigentes ha erosionado la autoestima de la plantilla y la confianza de la afición culé en su equipo.
De hecho, no deja de ser una evidencia de esos sentimientos que la reciente derrota (2-0) en Munich ante el Bayern no hiciera un daño especial, pues en general se subrayó muy por encima y como una sorpresa positiva más la respuesta futbolística del equipo que el propio marcador. Esta vez, juego y resultado deben ir de la mano. No valen ya las victorias morales. Si no, el Barça tendrá un problema, porque el pase a octavos de final de la Champions quedaría comprometido, con el Bayern por delante y el Inter, también.
Desde aquel 4-0 ante el PSG en febrero de 2017, arreglado luego por el histórico 6-1 en la vuelta de octavos de aquella Champions, el Barça ha tropezado repetidamente en su visita a los grandes continentales. En la siguiente ronda, un 3-0 en Turín ante la Juve ya no se pudo revertir.
La temporada 2017-18, en cuartos, se dilapidó un 4-1 en Barcelona con un 3-0 encajado en Roma. El curso siguiente, 2018-19, Anfield elevó con un 4-0 a un Liverpool con bajas sobre un Barça que traía un 3-0 para meterse en la final de Madrid. En 2019-20, Lisboa acogió la fase final que la UEFA ideó para salvar la temporada de la pandemia y el Barça, en cuartos, recibió el peor correctivo de su historia internacional, el famoso 2-8 ante el Bayern. La campaña 2021-22, el Barça ‘bajó’ a la Europa League tras caer en fase de grupos 3-0 en Lisboa ante el Benfica y 3-0 en Munich, contra el Bayern.
Las excepciones son un 2-4 ante el Tottenham en Londres (2018-19), un 1-2 contra el Inter en Milán (2019-20) y un 0-2 contra la Juve en Turín (2020-21), las tres en fase de grupos, además de un 0-1 ante el United en Manchester, en cuartos 2018-19. Aquel triunfo en Old Trafford y un 0-2 al Arsenal en octavos de 2015-16 son las últimas veces en que el Barça salió airoso de una visita de primer nivel en una eliminatoria.