¡Los pericos nunca nos rendimos! ¡Ganaremos esta batalla! Así rezaba un mensaje que ayer lanzó el Espanyol, a través de sus redes sociales, para elevar el ánimo de una afición blanquiazul preocupada, todavía más si cabe, por los casos de positivo por coronavirus que hay en el primer equipo.
El martes se conoció que seis integrantes del primer equipo del Espanyol, entre jugadores y cuerpo técnico, estaban contagiados tras haberse sometido a las pruebas del COVID-19. Ayer no hubo novedades y por suerte, no se amplió la lista de afectados, al menos al cierre de esta edición.
El club mantiene la calma y no ha variado su rutina de los últimos días, centrada en el confinamiento y el teletrabajo. Pero está a la expectativa por si se confirmasen nuevos casos de positivos en el primer equipo, en otras plantillas o entre los empleados, un extremo que no descarta ni mucho menos.
Destapado el contagio de los seis afectados, desde el club catalán se ha guardado mucha cautela y respeto y no han trascendido los nombres de los afectados. Pero desde Uruguay se ha filtrado que Leandro Cabrera podría ser uno de los pericos que ha dado positivo, un extremo que no ha confirmado hasta el momento, el Espanyol.
Los seis afectados, exentos de gravedad, se encuentran con síntomas leves y están cumpliendo con las recomendaciones médicas. Pero dicha enfermedad, en el caso de los jugadores, supondrá un revés a la hora de conservar el tono físico y llegar en buenas condiciones a LaLiga, cuando ésta se reanude, si es que así sucede.
Pese a todo, desde el club se asegura que todos superarán la enfermedad sin problemas y que pronto podrán volver a retomar las pautas de entrenamiento personalizadas, decretadas por los técnicos.
A perro flaco, todo son pulgas, un refrán que le va como anillo al dedo al Espanyol en este curso para el olvido. Más debilitado que nunca, las desgracias se le acumulan. Ahora mismo, la única batalla es contra el coronavirus y esperar que no haya más contagiados.
La siguiente pelea pasará por los despachos donde se sigue apretando a los organismos federativos para que LaLiga 2019-20 se pueda terminar y el Espanyol tenga chance por la salvación. O que se anule, si el Covid-19 lo imposibilita, buscando salidas que no lastren al equipo de Abelardo.
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