Usman Garuba volvió a ser un perfecto ejemplo de que, no pocas veces, no hay que anotar demasiado para ser el mejor, por mucho que a ojos del espectador sea lo más goloso. Los Houston Rockets, que siguen mejorando, le pegaron un buen susto a un equipo del calibre de Miami Heat (108-111) gracias en gran parte al interior de Azuqueca de Henares, con 2 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias en 20 minutos desde el banquillo.
Garuba, gracias en gran parte a su consistente trabajo defensivo de siempre, fue el mejor de los Rockets en términos de más-menos con un +12, lo que significa que el equipo de Stephen Silas tuvo sus mejores parciales con el español en cancha. El pívot acertó su único tiro de campo -el que puso a los Rockets 108-111 a falta de 41 segundos, algo en lo que también tuvo que ver ese +12. En una buena selección de lanzamientos y la claridad de un rol ofensivo -sobre todo bloquear y cortar en el caso de Garuba-, también reside el éxito.
Ni los habituales máximos anotadores de Houston, Jalen Green (22 puntos) y Kevin Porter Jr. (21), llegaron al registro del interior de 20 años en el más-menos con un +7 y un +4. El conjunto de Texas se sobrepuso a un 52-66 al descanso para llegar al último cuarto sólo uno abajo (85-86) pero, tras la bandeja anotada por Garuba, Kevin Porter Jr. falló a falta de 4,8 segundos el triple que hubiera forzado la prórroga.
La exhibición de Tyler Herro acabó imponiéndose por encima de todo. El que fuera Sexto Hombre del Año la pasada temporada registró su récord personal en la NBA de puntos y triples con 41 tantos y un espectacular 10/15 desde el perímetro. Los Heat son octavos ahora en el Este (15-15), mientras que los Rockets se quedan últimos en el Oeste (9-19) aunque el récord positivo de los últimos siete partidos (4-3), con triunfos de prestigio contra Phoenix Suns -dos veces-, y Bucks, subraya su mejora. Con Garuba a este nivel, Houston no puede ir sólo que a más.