A las seis de la mañana, los sonidos de las sirenas rebotan en los rascacielos de la Calle 45 con Lexington Avenue, mientras un convoy de vehículos policiales se abre paso a toda pastilla en dirección al túnel que conduce al distrito de Queen’s. Al ensordecedor ruido le acompañan las luces centellantes que culminan girando en los techos de los coches, mientras al otro lado de la orilla este del Hudson el estrépito lo produce estos días una niña de 15 años que hace solo un mes puso patas arriba el templo de Wimbledon. Ella, Cori Gauff, nació en Atlanta y reside en Florida, pero en Nueva York dice sentirse como en casa.
“Aquí también hay brisa, así que no se nota una excesiva diferencia”, dice la adolescente a la que el tenis sigue con lupa porque el fogonazo de Londres fue el principio, se augura y se intuye, de otra maravillosa historia del deporte. La de una tenista etiquetada ya como un verdadero prodigio. “Intento no pensar demasiado sobre esto, porque no quiero poner demasiada presión sobre mí”, comentaba recientemente en una entrevista con la revista Vogue, la única que ha concedido hasta ahora porque su entorno la mima y la cuida para que llegue ahí donde debe llegar, se dice que la cumbre, de forma natural.
“Creo que la sobreprotección”, opina Rafael Nadal, “a veces no es buena porque así no pueden desarrollarse. La vida no siempre es fácil y debes estar preparado para momentos duros”, apostilla el número dos, que ganó el primero de sus 18 Grand Slams cuando tenía solo 19 años; “Si sobreproteges a los jóvenes, cuando ellos tengan que afrontar problemas, porque en la vida siempre vas a tener en algún momento problemas, probablemente ellos no estarán bien preparados. Ralentizas su desarrollo. Creo que esta es una de las razones por las que era tan competitivo en los inicios de mi carrera”.
Anota Gauff todo consejo y trata de procesar el revuelo con normalidad, pero su irrupción es una anomalía y a cada paso que da le siguen mil ojos. Apenas ha jugado 15 partidos en la élite, pero ya mueve cifras millonarias en patrocinios y su ascensión –comenzó el año como la 686 del ranking y ahora ya es la 140, además de haber roto récords de precocidad en Wimbledon– ha generado un impacto tremendo en su país, donde lo tienen muy claro: por ella, el fenómeno que alumbra un porvenir hasta ahora oscuro para el tenis norteamericano, bien vale la pena hacer una excepción.
Age Elegibility Rule: solo tres invitaciones
De esta forma, la organización del US Open decidió desentenderse de la Age Elegibility Rule, la norma del circuito femenino por la que una jugadora de 15 años no puede aceptar más de tres wild cards (invitaciones) para los torneos. Coco, porque así le gusta que le llamen, ya empleó los tres comodines para participar en Miami y las fases clasificatorias de Roland Garros y Wimbledon, de modo que teóricamente no podría competir ahora en Flushing Meadows. Sin embargo, el major neoyorquino se agarra a la singularidad de los Grand Slams para marcar sus propias reglas y, destapado ya el excepcional potencial de Gauff, no quiere dejar pasar la oportunidad de que pueda lucirse en casa.
Llega la estadounidense después de haber ganado un par de partidos en Washington y de haber celebrado su primer trofeo como profesional, al haber triunfado en el dobles de ese evento junto a su compatriota Catherine McNally (17). Viene con fuerza Gauff, aunque a pesar de todo dice tener los pies en el suelo. “Siento que yo, como persona, no he cambiado realmente. Lo que ha cambiado ha sido todo lo que me rodea”, explicaba durante el verano, mientras crecía y crecía su impacto –contabiliza más de 400.000 seguidores en Instagram, donde se define como “solo una niña que tiene grandes sueños– e iba acaparando más y más frases elogiosas en Estados Unidos.
Citada este martes con la rusa Anastasia Potatova (72) en la primera ronda (no antes de las 21.00, Eurosport), sigue desenvolviéndose dentro y fuera de la pista sin el más mínimo rastro de vértigo y ahora aspira a franquear la barrera de los octavos que le frenó en Londres. Desfilará por la pista Louis Armstrong y Nueva York ya se frota las manos ante la primera aparición en Flushing Meadows de la chica llamada a heredar el poder triunfal de Serena Williams: Coco juega, diga lo que diga la norma.
RESULTADOS. LUNES 26 DE AGOSTO
CUADRO MASCULINO: Novak Djokovic, 6-4 6-1 y 6-4 a Roberto Carballés; Dominik Koepfer, 6-4, 7-6, 5-7 y 7-5 a Jaume Munar; Dusan Lajovic, 7-5, 6-3 y 6-3 a Steve Darcis; Kei Nishikori 6-4 y 4-1 a Marco Trungelliti; Daniil Medvedev, 6-4, 6-1 y 6-2 a Prajnesh Gunneswaran; Reilly Opelka, 6-3, 6-4, 6-7 y 6-3 a Fabio Fognini; Alex de Miñaur, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5 a Pierre-Hugues Herbert; Jenson Brooksby; 6-1, 2-6, 6-4 y 6-4 a Tomas Berdych; David Goffin, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-0 a Corentin Moutet; Juan Ignacio Londero, 3-6, 6-1, 7-6 y 7-5 a Sam Querrey. CUADRO FEMENINO: Ashleigh Barty, 1-6, 6-3 y 6-2 a Zaria Diyas; Karolina Pliskova, doble 7-6 a Tereza Martincova; Elina Svitolina, 6-1 y 7-5 a Whitney Osuigwe; Venus Williams, 6-1 y 6-0 a Saisai Zheng; Kristina Mladenovic, 7-5, 0-6 y 6-4 a Angelique Kerber; Ons Jabeur, 7-6 y 6-2 a Caroline Garcia; Rebecca Peterson doble 6-3 a Monica Puig; Johanna Konta, 6-1, 4-6 y 6-2 Daria Kasatkina; Anastasija Sevastova, doble 6-3 a Eugenie Bouchard; Alison van Uytvanck, doble 6-4 a Viktoria Kuzmova; Maria Sakkari, 6-1 y 6-0 a Camila Giorgi.
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