Aunque hoy muchos no la sitúen en un panorama tan cambiante como es la industria hollywoodiense, Geena Davis fue una de las actrices más reconocidas de finales de los 80 y principios de los 90. La mosca, Bitelchús o Thelma y Louise fueron algunas de las producciones que marcaron su filmografía. Una carrera que apuntaba a crecer todavía más, pero que sin embargo tras el fracaso comercial de La isla de las cabezas cortadas, mermó hasta convertirse en una secundaria de títulos menores (algunos de ellos directos al mercado doméstico). Su debut fue junto a Dustin Hoffman en Tootsie y dedicándose anteriormente al modelaje todavía era una joven inexperta que no conocía los entresijos de la industria. Es quizás por eso por lo que aceptó de buen grado el consejo que le dio su compañero de reparto, sobre no involucrarse sentimentalmente con otros actores.
En su reciente entrevista para The New Yorker, Geena Davis contó como Jack Nicholson le propuso matrimonio durante una cena con varios directores de casting. Ahí fue cuando por primera vez, la intérprete entendió los consejos de Hoffman y le dijo al ganador del Oscar exactamente e argumentó que le regaló en su día el actor de Rain man:
“Oh Jack, me encantaría. Eres muy atractivo. Pero tengo la sensación de que vamos a trabajar juntos en algún momento en el futuro y odiaría haber arruinado la tensión sexual entre nosotros”. Nicholson no supo muy bien qué responder (algo completamente inédito en él), sorprendiéndose de dónde habría sacado la joven debutante.
Su reciente confrontación con Bill Murray
En las antípodas de esa graciosa anécdota se encuentra la experiencia tóxica que contó hace poco del actor Bill Murray a través de sus memorias. Davis relató cómo en el rodaje de Con la poli en los talones, Murray intentó usar inapropiadamente un dispositivo de masaje en ella. El protagonista de Cazafantasmas ha recibido una retahíla de acusaciones recientes que se suman al ya mítico desencuentro que tuvo en el rodaje de Los Ángeles de Charlie con Lucy Liu.
A Geena Davis la podremos ver dentro de poco en la serie El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro y en el debut como directora de Zoë Kravits, Pussy Island. La fundadora del Instituto sobre Género en los Medios finalmente reflexionó sobre su “jubilación forzosa” como actriz una vez cumplidos los 40 años:
“Cuando comencé, escuchaba que después de los 40 dejas de tener papeles. Pero estaba obteniendo estos papeles gigantes y pensé ‘bueno, obviamente esto no me va a pasar a mí. Y fue sorprendente darme cuenta de que lo hizo. Fue absolutamente impresionante y desgarrador”.
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