El Atlético de Madrid logró el segundo gol ante el Elche en el Martínez Valero pasada la hora de juego. Un bello tanto tras una jugada de tiralíneas corroborada por De Paul pero en la que Antoine Griezmann tuvo un papel protagonista.
Porque el francés pasaba por la peor racha goleadora de toda su carrera. No marca desde comienzos de enero, cuando vio puerta ante el Rayo Majadahonda en la Copa del Rey. Cuatro meses han pasado, con una lesión por medio y también varios partidos en los que ha gozado de ocasiones para anotar.
Sin embargo, Griezmann se quedó solo ante Edgar Badía y en lugar de rematar para buscar el gol, esperó a la llegada de De Paul para ponerle en bandeja el tanto al argentino, que sólo tuvo que empujar el balón a la red. El equipo por encima de todo.
La jugada, por cierto, fue preciosa. Condujo el galo, que buscó al argentino. De primeras, el centrocampista la metió al hueco para Griezmann, que le devolvió el balón a De Paul para poner el segundo en el marcador. Un golazo.