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Gerard Moreno hace cumbre


Porfió por la posición y por un balón que le llegó del cielo, guardó el esférico con el cuerpo, recortó hacia dentro, levantó la cabeza y clavó el gol, raso y ajustado al palo contrario para dar buena cuenta del Valladolid, asegurar la presencia europea del Villarreal otro año más y, de paso, convertirse en el futbolista con más goles en Primera División en la historia del club amarillo. Gerard Moreno (Santa Perpètua de la Mogoda, Barcelona; 29 años) ha firmado 55 dianas en 126 partidos por las 54 que lograron Diego Forlán (en 106) y Giuseppe Rossi (en 136). Nada nuevo en un jugador que no ha dejado de marcar desde que se pusiera unas botas, aunque sorprendente si se tiene en cuenta que no lo tuvo fácil hasta llegar a la élite y que ha explotado del todo en su madurez. Una vez asentado en La Cerámica, sus números son estratosféricos y reclama un puesto en el once de Luis Enrique para la Eurocopa.

Todavía en edad de benjamines, el Espanyol lo fichó porque ya destacaba en su idilio con el gol, entonces en la Damm. “Jugaba igual que ahora, era un goleador con muy buenos movimientos, muy listo y, sobre todo, buen compañero”, explica el técnico Lluís Planagumà, que lo dirigió en la cantera blanquiazul hasta los 13 años y se lo reencontró con el paso del tiempo en el Villarreal C. Antes de eso, Moreno debió ganarse las habichuelas porque al entrar en edad juvenil, el Espanyol le echó al entender que no tenía cuerpo para triunfar. Por lo que se marchó al Badalona y en el segundo curso reventó los registros de la categoría de Liga Nacional con 42 tantos. Éxito que el Madrid quiso comprar para La Fábrica. Se le adelantó el Villarreal, club con el que marcó 35 dianas en su primera temporada para luego convertirse, sucesivamente, en el máximo goleador de Tercera y Segunda B. “No sabía si jugaría en el filial porque ese año bajó el primer equipo y el B, obligado, también lo hizo a Segunda B. Esa noche le podía la tristeza por el club y porque no sabía si daría el salto. Pero nos ascendieron a los dos al B y se ha hecho un nombre de nuevo a base de goles”, le reconoce Planagumà; “tiene un talento innato para encontrar el sitio y rematar en el momento oportuno”.

En el Villarreal no entendieron su fútbol, primero porque fue cedido al Mallorca para jugar en Segunda, donde cogió impulso porque marcó 12 dianas para salvar al equipo del descenso. “Fue la referencia, el que nos mantuvo vivos de cara al gol. Ya se le veía esa calidad que ahora demuestra porque lo que toca es gol”, apunta Martí Riverola, ahora jugador del Andorra y buen amigo de Moreno porque cada verano se van de vacaciones, las últimas a Ibiza.

Tras eso, Moreno regresó a La Cerámica, se atornilló en el primer equipo y en el banquillo, reserva de Baptistao y Bakambu, hasta que decidieron venderlo al Espanyol por 1,5 millones, aunque con la condición de quedarse con la mitad de su ficha federativa. Suficiente para poder recomprarlo años más tarde —tras cuatro intentonas y 20 millones—, cuando ya se había convertido en el ídolo de muchos periquitos como para él lo fue Tamudo, futbolista capital porque empezaba y acababa muchas de las jugadas del equipo, también vitoreado por su tirria al Barcelona. “Me gustaría retirarme en el Espanyol”, reconoció hace poco para un programa radiofónico de Youtube.

Pero para eso aún le queda porque está en su mejor momento, como reconocía recientemente en una concentración de la selección. “El brillo individual también es bueno para el equipo y para Gerard, que nos ayuda a ser mejores”, señaló Emery desde el banquillo del Villarreal. Con razón porque con sus 22 goles —28 si se suman los de la Europa League— es el séptimo en la lucha por la Bota de Oro, con Lewandowski como líder destacado con 39 tantos, perseguido por Messi (29), Ronaldo (28), Haaland (25), Mbappé (25) y André Silva (25).

No resiste, en cualquier caso, comparación con ningún otro delantero nacional. Aspas (Celta) y Rafa Mir (Huesca) contabilizan 13 tantos. Por detrás quedan Oyarzabal (Real Sociedad) y Roger Martí (Levante) con 11, Borja Mayoral llega a 10 con la Roma, al igual que Santi Mina con el Celta, y Morata se queda en nueve con la Juve. En la selección cuenta cinco goles y cuatro asistencias en 10 encuentros.

100 millones de cláusula

Ahora está solo a dos dianas de ser el máximo goleador en la historia del Villarreal entre todas las competiciones, pues suma 80 por los 82 de Rossi. Le quedan dos duelos de la Liga —este domingo ante el Sevilla (18.30, Movistar) y la última jornada frente al Madrid en Valdebebas—, además de la final europea ante el Manchester United. Después faltará por ver si sigue en el Villarreal, que ahora sí valora su rendimiento y le puso 100 millones de cláusula. Fijo para Unai Emery, pues en los cinco duelos que Gerard Moreno se ha perdido en el curso, el equipo amarillo solo ganó uno y se quedó sin ver puerta en dos.

Luis Enrique toma nota, ahora que la Eurocopa está a la vuelta de la esquina. “Ahora no hay otro como él”, sentencia Planagumà. “Es un jugador top a nivel mundial. Y además se puede adaptar a cualquier posición de ataque por lo bueno y listo que es”, añade Martí Riverola. “En la selección me siento uno más”, replica, humilde, el punta. El gol, como en el Villarreal, parece cosa suya.

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