Un gerente de FedEx Ground fue acusado de haber aceptado sobornos de varios propietarios de compañías de camiones de Utah que pagaron más de $1 millón para asegurar cientos de millones en ingresos durante los últimos 10 años, informó la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos.
Diez personas fueron acusadas en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos, incluido Ryan Lee Mower, residente de Bountiful de 47 años.
Según las acusaciones, Mower fue el empleado de FedEx Ground de más alto rango en el estado desde al menos 2008 hasta octubre de 2019. Mower enfrenta ahora 51 cargos por aprovechar su posición para obtener ganancias financieras.
Se sospecha que Mower y otros habían obtenido contratos fraudulentos para envíos de FedEx que permitían carreras no autorizadas, aumentaban millas y aceptaban pagos por carreras fantasmas, dijeron los fiscales.
Mower recibió una citación para comparecer ante el tribunal el miércoles. No tiene un abogado listado en los registros judiciales.
La compañía se ha declarado decepcionada por las acciones que calificó como “atroces” y está cooperando con las autoridades, informó la portavoz de FedEx Ground, Meredith Miller, en un comunicado.
“FedEx Ground no tolera la actividad ilegal. Esperamos que todos los empleados y proveedores de servicios actúen con los más altos estándares éticos y nos tomamos muy en serio esta evasión deliberada de los programas de cumplimiento de la compañía”, se lee en el comunicado.
La mayoría de los pagos citados por los fiscales fueron por el trabajo que realmente se realizó y la pérdida financiera de FedEx Ground fue solo una “pequeña fracción” de lo que se describe en la acusación, señaló Miller.
Los otros nueve mencionados en la acusación fueron arrestados o se emitieron órdenes de arresto contra ellos. Pero algunos viven en otros estados, como California, Carolina del Norte y Pensilvania.
La conspiración de fraude electrónico, el fraude electrónico, el lavado de dinero promocional y el ocultamiento del lavado de dinero conllevan una pena potencial máxima de 20 años en prisión, advirtió la oficina del fiscal estadounidense en Utah. El lavado de dinero conlleva una sentencia de hasta 10 años de prisión.