Ahorrar agua por acá, ahorrar por allá. Germán Martínez (Cuernavaca, 69 años) llega a la entrevista con este periódico junto a dos asistentes que llevan un puñado de hojas con gráficos y cifras. Quieren ser certeros sobre los números de la gran crisis hídrica que afecta a México, que lleva semanas manifestándose en recortes en los suministros. Uno de los últimos, en 12 alcaldías de Ciudad de México, puso en evidencia una vez más las deficiencias del sistema del agua en la ciudad de habla hispana más grande del mundo. “Es un fenómeno global, no podemos decir que afecta nada más al [sistema] Cutzamala”, comenta el director general de la Comisión Nacional del Agua, “hay indicios de que pudiera ser por efectos del cambio climático”.
Martínez admite que México enfrenta la segunda o tercera sequía más fuerte de los últimos 20 años. La crisis hídrica se debe principalmente a la falta de lluvias en las zonas donde están las presas y la baja actividad ciclónica en la coste este, que es la que lleva las tormentas y el agua hacia al centro y norte del país. “Hemos tenido muy poca presencia de ciclones tropicales en el Golfo de México, en el Atlántico”, dice. La sequía ha empujado a las 210 presas del sistema mexicano a niveles apenas superiores al 50% de su capacidad. Sin embargo, el titular del organismo a cargo de administrar los recursos hídricos defiende el recorte que ha sufrido su dependencia en los últimos 10 años. Según dice, las anteriores administraciones “despilfarraban el presupuesto” a través de obras de infraestructura “carísimas”. Ahora, asegura, no necesitan más dinero del que reciben del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Pregunta. ¿Cuál es la situación hídrica de México?
Respuesta. Podríamos dividir al país en tres. La parte norte que es árida, la parte centro que es semiárida y la parte sur y sureste que es muy húmeda. Es muy diversa nuestra disponibilidad de agua por esas condiciones climáticas. Ahora se dice que nuestro país actualmente está sufriendo la peor sequía registrada en la historia. Efectivamente es una sequía importante, pero no es la más fuerte que hemos tenido en 20 años. En el 2012 tuvimos sequías importantes, también en 2006 y en 2004. Esta sequía, comparada con las anteriores, quedaría en un segundo o tercer lugar.
P. ¿En qué condiciones están las presas?
R. La Comisión Nacional del Agua lleva el registro de 210 presas. Si revisamos el registro histórico del almacenamiento de las presas, vemos que este efecto de las sequías ha impactado negativamente al llenado. Estamos actualmente con el 52% de lo que debería estar lleno. Está más abajo de la media, con un déficit de aproximadamente el 10%. En estos años, 2021 y 2022, ha disminuido el volumen de almacenamiento.
P. ¿Y en qué situación se encuentra el sistema Cutzamala?
R. Toda esta condición global de la sequía, del cambio climático, ha afectado desde el año pasado al sistema Cutzamala, que es el 20% del abastecimiento de agua a la zona metropolitana de Ciudad de México. Desde hace año y medio, tal vez hasta dos años, hemos tenido indicios de la sequía y hemos tenido necesidad de optimizar el uso del agua. Teniendo conocimiento de esta disminución, hemos programado reducciones en Ciudad de México y el Estado de México. Las afectaciones por la disminución del Cutzamala sí son importantes, pero no afectan a la totalidad del abastecimiento de agua en la ciudad. Afecta a determinadas delegaciones y es una baja de presión, no es la suspensión del servicio.
P. La gente pregunta: si está lloviendo todos los días, ¿por qué falta el agua?
R. Porque está lloviendo aquí en Ciudad de México. Y para que se llenen nuestras presas tiene que llover en la cuenca alta que está en Michoacán, ahí es donde no está lloviendo lo suficiente. Otra pregunta que se hacen es: si tenemos tanta agua de lluvia aquí, ¿por qué no la captamos? Es un cuestionamiento muy válido que tiene su explicación en términos de la infraestructura necesaria para almacenar todo ese volumen de agua que se presenta instantáneamente. Las precipitaciones en nuestro país son muy intensas y de muy poca duración.
P. ¿Y qué se necesita en infraestructura?
R. Se necesitan sistemas de almacenamiento. Ya no vemos almacenamientos naturales en Ciudad de México. Debemos de cambiar la mentalidad y propiciar la infiltración de la lluvia para recargar mantos acuíferos. Y por otra parte, aprovechar espacios grandes para almacenar agua de manera superficial. Sería un cambio de mentalidad y un cambio de estructura.
Martínez muestra el sistema de monitoreo del clima que utiliza la CONAGUA.Rodrigo Oropeza
P. ¿Cuánto agua se desperdicia por fugas en Ciudad de México?
R. En Ciudad de México se han hecho muchísimos esfuerzos, muchísimas inversiones para controlar las fugas. Estamos hablando de una red de agua potable de muchos años. Hace unos 20 años se decía que había fugas del 40%. No se ha terminado el proceso de mejoras de la red de agua potable, pero se han hecho muchísimos esfuerzos en controlar y eliminar fugas. Yo estimo que debe ser [actualmente] del 35%.
P. El presupuesto en la última década ha bajado de 55.000 millones de pesos a 33.000 millones. ¿Cómo ha afectado eso a la Conagua?
R. Cuando nació la Comisión Nacional del Agua [en 1989], empezó con un presupuesto para el gasto en personal, oficinas y una parte importante para construcción de infraestructura. En 2006 y 2007 llega una administración 100% neoliberal que empieza a construir obra indiscriminadamente. Carísima. Doy un ejemplo, el túnel Emisor Oriente se había programado originalmente en 2006 que costase 12.000 millones de pesos. En el 2019, que se terminó de construir, el costo que nos dejaron fue de 40.000 millones de pesos. Y así fue con muchas obras que, cuando las recibió este Gobierno, estaban abandonadas. El presupuesto arriba de los 50.000 millones de pesos era para construir todas estas obras que quedaron abandonadas y con despilfarro. Llega esta Administración y con el poco recurso programado, porque empezamos con 33.000 millones de pesos, estamos terminando las obras que dejaron inconclusas. Ya sin despilfarros, ya con presupuesto programado.
P. Siento que está defendiendo el recorte presupuestario…
R. Sí, claro, por supuesto. Porque estaba mal utilizado. Aquí estamos utilizando bien el presupuesto.
P. Deje por un minuto de lado lo que hacían las administraciones anteriores…
R. No puedo porque ese es el concepto principal de por qué tenemos aumentos en el presupuesto en esos años. Son precisamente por ese despilfarro que hubo de obras no programadas, no concluidas, mal hechas y con un despilfarro inmenso de recursos. No puedo evitar decir eso porque fue la causa de tener un aumento presupuestal en esos años.
P. Pero en la actualidad gran parte del país está en crisis hídrica, y aun así, ¿le parece que un aumento del presupuesto no ayudaría a solucionar eso?
R. Si hacemos una evaluación de todas las necesidades del país, no hay presupuesto que alcance. Es inmenso. Y si usted habla de crisis en el país, esa crisis la heredamos. Fue una crisis que no se atendió por mucho tiempo en administraciones anteriores. Sin embargo, en esta Administración estamos atendiendo las principales necesidades en las principales ciudades, y no nada más en las principales ciudades, sino en zonas rurales e indígenas que en administraciones anteriores quedaron relegadas, abandonadas. Hay ejemplos de qué es lo que estamos haciendo, estamos construyendo un sistema de abastecimiento de agua potable en la Comarca Lagunera, en el norte del país. Está ese proyecto y otros para para atender el rezago que nos dejaron.
P.¿Cuál es el plan para evitar en el futuro los problemas con el agua?
R. Estamos trabajando en llevar agua potable a las principales ciudades, en algunas con infraestructura importante y en otros con atención a los organismos operadores para que puedan ser sustentables en el abastecimiento de agua potable.
P. El proyecto Lago Tláhuac-Xico, que presentaron recientemente, ¿cuánto va a aliviar la situación de Ciudad de México?
R. La laguna de Xico es un área de almacenamiento de agua de lluvia natural que con el paso del tiempo ha sido invadida por desarrolladores. Ha servido históricamente como área para desechos de la construcción. Este es un proyecto de recuperación. Ahora se va a evitar que lleguen aguas residuales y se va a tratar con la calidad que marcan las normas mexicanas, y además el agua de lluvia que caiga se va a aprovechar para la alcaldía de Tláhuac y otras en el Estado de México. Este que no es para toda la ciudad, es para esa región.
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