Está claro que el apellido Simeone está fuertemente ligado al Atlético de Madrid. Y no sólo nos referimos a Diego Pablo, exjugador colchonero y actual director técnico del cuadro rojiblanco. Sus hijos también han mamado desde la cuna lo que supone ser hinca rojiblanco.
Por eso, no extraña la imagen que protagonizó el mayor de la saga, nada más acabar el partido que protagonizó con dos goles ante el Liverpool. Su Nápoles pasó por encima del equipo inglés (4-1), con él como claro protagonista. Aún con una sonrisa en los labios, el argentino celebraba así la victoria, pero no la suya propia, sino la del Atlético.
En plena entrevista tras el partido, se giraba hacia los marcadores del Diego Armando Maradona, donde se estaba echando el final del partido. “¡Vamos carajo!”, gritaba sonriendo y no pudiendo ocultar la alegría. “¡Vamos! ¡Gol!”, añadía para tener que pedirle al periodista que le repitiese la pregunta porque se le había ido de la cabeza con el tanto del Atlético.
SU PADRE, FELIZ POR ÉL
Pero la felicidad de los Simeone se movió en dos direcciones. Del hijo mayor hacia el padre y el Atlético de Madrid, y del Cholo a su hijo mayor. “Ha trabajado muchísimo para llegar a esta Champions que tiene marcada en el brazo desde chiquito. Llegó a un equipo muy bueno como el Nápoli, fantástico, que ataca mucho. Él que es un delantero de área, le van a poder utilizar. Me pone muy contento por él. Pero ya está, ya pasó. Lo que se hace hoy se olvida mañana así que a seguir trabajando como lo está haciendo”, explicó el preparador.