El Gobierno de Ecuador garantizó este miércoles un amplio esquema de seguridad para la final de la Copa Libertadores de América, que tendrá lugar el próximo 29 de octubre en Guayaquil entre los equipos brasileños Athletico Paranaense y Flamengo.
El anuncio gubernamental se dio luego de la reunión entre el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, y el máximo representante de la Conmebol, Alejandro Domínguez, informó el Ministerio del Deporte en un comunicado.
La final de la Libertadores se disputará en el estadio Monumental “Isidro Romero”, de propiedad del club Barcelona de Guayaquil, con capacidad de unas 60.000 localidades.
El Ministerio del Deporte precisó que la reunión entre Lasso y Domínguez también congregó a otras autoridades del Gobierno que forman parte de unas “mesas técnicas” o unidades de planificación encargadas del desarrollo del “evento de fútbol más importante de Sudamérica”.
El ministro del Deporte, Sebastián Palacios, coordinó con otras instituciones del Estado el cumplimiento de los requerimientos técnicos y logísticos formulados por la Conmebol, así como un amplio operativo policial para garantizar la seguridad ciudadana.
El compromiso también incluye “la movilidad y el ingreso de los turistas con un esquema estratégico a cargo del Ministerio del Interior y la Policía Nacional”, agregó.
Además, el Ministerio de Salud ha previsto un “Protocolo de Respuesta que incluye puntos de triage, atención médica, personal de salud, ambulancias, entre otros”, para atender el encuentro deportivo, añadió la fuente.
Aseguró, asimismo, que el Servicio de Rentas Internas (la agencia de recaudación tributaria del Estado) estableció algunas medidas para incentivar el turismo, como la devolución del IVA a los extranjeros que visiten Ecuador con motivo de la final de la Libertadores.
Según las autoridades, se prevé la entrada al estadio de unos 50.000 hinchas, lo que supone un promedio de llegada de un vuelo con aficionados cada 15 minutos al Aeropuerto Internacional “José Joaquín de Olmedo” de Guayaquil.
Ese caudal de ingreso de turistas dejará una inyección económica de cerca de 50 millones de dólares, gracias a un evento sin precedentes que será televisado a unos 210 países, agregó el Ministerio del Deporte.
“La articulación interinstitucional incluye a la Alcaldía de Guayaquil y la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), con quienes la Conmebol suscribió el 26 de agosto el convenio para la realización de la final”, recordó.
“La coordinación directa con la Conmebol ha permitido implementar un protocolo de seguridad basado en eventos anteriores, lo que permitirá mantener el orden y la paz en las zonas de intervención”, explicó la fuente.
“Es un momento histórico para el fútbol sudamericano. Quienes vengan a alentar y divertirse en esta final, también tendrán la oportunidad de conocer un pueblo y un país tan lindo como Ecuador”, aseguró por su parte el presidente de la Conmebol.