Gobierno de Peña Nieto desatendió obesidad; ahora cuesta 5.3% del PIB

Desde 2016 se emitió una emergencia epidemiológica por la obesidad, pero hasta la actual administración se implementó el etiquetado frontal de alimentos.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se emitió una declaratoria de emergencia epidemiológica por diabetes, sobrepeso y obesidad, pero es hasta ahora cuando se está trabajando realmente contra esas epidemias, que inciden en la pandemia Covid-19, afirmaron funcionarios federales.

Existe un “vínculo inexorable entre la salud y la economía”, y la obesidad es uno de los problemas de sanidad más graves de México, que tiene repercusiones sustanciales sobre las posibilidades de desarrollo económico y del bienestar del país.

Así lo explicó el subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía, Ernesto Acevedo, durante la conferencia vespertina de prensa sobre coronavirus en Palacio Nacional, y destacó que el costo de la obesidad en México alcanza un 5.3 por ciento del Producto Interno Bruto del país, “y seguirá así, si no ponemos en marcha medidas contundentes”.

Durante la conferencia de prensa encabezada por el subseretario de Salud, Hugo López-Gatell, Acevedo recordó que desde noviembre de 2016 el Gobierno Federal hizo una declaratoria por una emergencia epidemiológica para que todas la dependencias federales y todas las autoridades de los tres niveles de gobierno emprendieran acciones para prevenir y controlar el sobrepeso, la obesidad y la diabetes.

“No fue sino hasta agosto del año pasado que esta administración tomó con muchísima seriedad los trabajos encaminados a tener un nuevo etiquetado con un sistema frontal de advertencia.

Esta medida que hace referencia se incluye en la Norma Oficial 051, la cual contempla la implementación de un etiquetado frontal de los alimentos procesados que alerta al consumidor sobre niveles excesivos de sal, azúcar, grasas y calorías.

“Necesitamos proteger la información de los consumidores para que de manera libre decida qué consumir, pero con una advertencia de la autoridad”, explicó el funcionario federal.

Para el subsecretario de Economía, esta norma “va a ser trascendental”, no sólo porque brinda a la ciudadanía la posibilidad de tomar decisiones más informadas sobre los productos que consume, sino que también puede incidir en que las empresas reformulen el contenido de los alimentos procesados para que ya no contengan las etiquetas de alerta.

Otro de los objetivos que permite el proyecto de etiquetado frontal establecido en la NOM 051, es alertar al consumidor cuando un producto sea una imitación, y así evitar que “le den gato por liebre”.

“Se trata de que sepa cuándo compra gato o cuándo compra liebre, así el consumidor tiene libertad de comprar cualquiera de los dos”, expuso Acevedo, y aclaró que la función de la autoridad es simplemente “evitar que al consumidor se le engañe”.




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