Cualquiera diría que cuando se tienen que medir al Eibar se inspiran los rojiblancos. Baste con echar una mirada a los encuentros para comprobarlo. Varios de sus mejores puntales han anotado goles extraordinarios. Sin ir muy lejos, San Mamés presenció uno de los tantos más brillantes de este lustro con la galopada de Iñaki
Williams desde su propio campo para plantarse ante Riesgo y batirle por bajo. Pañuelos para esa obra de arte que aunó eficacia y calidad atlética.
En ese mismo encuentro, de diciembre de 2016, el primer tanto de la jornada también fue una maravilla. Sabido es que Beñat tiene una habilidad especial para las faltas. Y bien que lo demostró con un disparo lejano desde fuera del área que se coló por la escuadra derecha del portero armero.
Ese mismo año, solo que en enero, Aduriz se encargó de decir a todo el mundo que para tijeras, las suyas. El donostiarra hizo un escorzo para hacer el 1-1. Sacó petróleo del envío desde la derecha de De
Marcos para anotar un golazo. Y para que no faltara de nada, Aritz repitió pero con la izquierda con un disparo a botepronto sacando réditos del servicio de Balenziaga.
Raúl García marcó el gol más tempranero de la historia del actual San Mamés
Y con Raúl
García pasa lo mismo, ante el Eibar se inspira. En el pasado partido en Bilbao ante los armeros, anotó un tanto ¡a los 40 segundos! después de una buena jugada por la banda izquierda, con pase de la muerte de Yuri. Era el tanto más madrugador en la historia del nuevo San Mamés.
En el descuento
Tiempo atrás el navarro también había hecho la pascua a los armeros con un gol en el tiempo de descuento que supuso el triunfo (0-1). Raúl empalmó un balón que había quedado suelto tras el saque de una falta y en una posición muy complicada -casi cayéndose- marcó un tanto de bandera. Y sin dejarla tocar el césped.
Aunque no fue de la misma belleza, pero sí fundamental porque dio el empate en Ipurua, hubo un tanto de Williams en la época de Berizzo que supuso el 1-1. Iñaki puso la quinta marcha tras el servicio de Raúl
García peinando un balón y colocó el cuero al lado del palo izquierdo del meta.
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