El PSG tiene puesta la directa en liga. El equipo, sólido, aún no conoce la derrota esta temporada en la que todo va de la mejor manera. El apoyo de los aficionados vuelve a ser incondicional, pero el equipo echará de menos a parte de sus radicales después de que el Comité de Disciplina sancionara al club con el cierre parcial del sector de la grada Auteil después de que los ultras encendieran bengalas en el clásico contra el Marsella.
Como acostumbra a pasar en este choque, el más caliente que se vive en Francia, se volvieron a repetir las imágenes en las que algunos aficionados prendieron decenas de artefactos pirotécnicos, entre ellos bombas de humo y también el uso de láseres, prohibidos en cualquier cancha. Como castigo, el Comité de Disciplina impedirá el acceso de unos 2.000 aficionados para el encuentro de este sábado contra el Troyes.
Por suerte no hubo que lamentar heridos en el clásico contra el Marsella. Por cuestiones de seguridad, a los seguidores del Olympique se les prohibió el desplazamiento a la capital francesa tras los altercados que han protagonizado ambas aficiones -en concreto, los radicales- en anteriores ocasiones. De la misma manera, se espera que los del PSG tampoco puedan viajar a Marsella para el partido en el Vélodrome el 26 de febrero.