La derrota liguera en San Mamés frente al Atlético de Madrid ha traído consigo la desaparición de Iker Muniain del sorprendente trivote del centro del campo diseñado por Valverde en el arranque de su tercera etapa en el banquillo del Athletic. El capitán del equipo fue reemplazado por Raúl García en el minuto 66 del choque ante los colchoneros y desde entonces no ha vuelto a aparecer por la referida demarcación. El pasado domingo, frente al Barça, se pasó todo el encuentro en el banquillo sin que haya trascendido públicamente, problema de salud o lesión alguna.
En Getafe sí formó parte del once titular, pero desplazado a la banda izquierda y también fue uno de los primeros sustituidos, en este caso concreto al mismo tiempo, minuto 55, que De Marcos y Sancet. Nada de esto, ni lo del Coliseum ni lo del Camp Nou, había sucedido hasta entonces. El navarro había formado en las nueve jornadas anteriores de titular y de medio punta con dos extremos abiertos a banda e Iñaki Williams como delantero centro.
La apuesta de Valverde en la visita al Barça varió de forma notable. Vesga, a modo y manera de lo acontecido días antes en la visita al estadio getafeño, ejerció de ancla junto a Ander Herrera y Zarraga pasó a ejercer en el lugar habitual de Muniain, lugar que ante los de Quique Sánchez Flores ocupó Sancet, suplente también esta vez en el Camp Nou. El getxotarra hizo lo que pudo en medio del descalabro del Athletic.
La propuesta del entrenador del Athletic en el coliseo azulgrana salió rana. El equipo no supo juntar líneas, dio espacio y opciones para correr al Barça y para cuando quiso darse cuenta ya perdía por 3-0 y a Ander Herrera por lesión. El futbolista procedente del PSG, de hecho, había abandonado el campo por propia iniciativa antes del tercer gol local. Su reacción de rabia, impotencia y frustración al tomar asiento en el banquillo rojiblanco resultó muy significativa.
Valverde, lejos de recurrir a Muniain o Sancet, tiró primero de Dani García. El doble pivote quedó formado a partir del minuto 20 por los dos mismos jugadores que en jornadas precedentes habían pugnado por ser el acompañante del tándem integrado por Muniain y Sancet. Lejos de recuperar su propuesta inicial de temporada, Valverde siguió variando sobre la marcha sin contar con el concurso de dos de los tres centrocampistas inicialmente titulares.
Al míster del Athletic, en cualquier caso, le volvió a tocar mover ficha obligado por las circunstancias. Dani García, el sustituto del lesionado Ander Herrera, también solicitó el cambio por lesión. El centrocampista guipuzcoano se echó al césped y con gestos evidentes de dolor pidió el cambio. Sancet, esta vez sí, saltó al verde para ejercer en la posición de Zarraga y este se retrasó unos metros para compartir el doble pivote con Vesga.
Los retoques del entrenador rojiblanco en la zona ancha, en cualquier caso, no terminaron ahí. A falta de veinte minutos para la conclusión, Vencedor se incorporó al partido en sustitución de Zarraga. El de Rekalde, que llevaba sin comparecer desde el pasado 4 de septiembre, día en que sustituyó a Sancet en el minuto 71 y que acabó con victoria del Espanyol en San Mamés por 0-1, terminó el choque del Camp Nou compartiendo línea con Vesga.
Cinco medios y ni así
Valverde, en definitiva, contó en esta última y dolorosa visita al Camp Nou con el concurso de hasta seis centrocampistas diferentes, sin incluir a Raúl García dado que este ejerció más a modo de delantero. Muniain, uno de los fijos en las nueve primeras jornadas jugando por dentro y en la décima desplazado a la banda izquierda, se pasó todo el encuentro frente al Barça en el banquillo. Un dato a tener en cuenta. Una decisión del míster que, dando por hecho que no medió lesión u otro motivo desconocido alguno, resulta a todas luces chocante.
El golpe de timón pretendido en Barcelona resultó contraproducente. Nunca se sabrá qué hubiese pasado con el navarro en el campo, pero lo que sí quedó claro es que el equipo naufragó sin su capitán a bordo.