Google y Apple ceden ante el Kremlin al vetar una aplicación de Navalni que promueve el ‘voto inteligente’

Una instalación en la puerta de Brandeburgo (Berlín) muestra al opositor ruso Navalni pegando una patada al presidente Putin, en una imagen de archivo.
Una instalación en la puerta de Brandeburgo (Berlín) muestra al opositor ruso Navalni pegando una patada al presidente Putin, en una imagen de archivo.DPA vía Europa Press / Europa Press

Las elecciones legislativas rusas, que se celebran desde este viernes hasta el domingo, han arrancado con un revés para el equipo del opositor Alexéi Navalni. Los gigantes tecnológicos estadounidenses Google y Apple han cedido a las exigencias del Kremlin y han eliminado de sus tiendas online una aplicación del activista que promueve el llamado “voto inteligente”. Esto ha ocurrido precisamente el mismo día en que los rusos pueden empezar a votar por Internet y en urna física. La herramienta censurada propone unir a los votantes opositores en torno al candidato que más posibilidades tenga de vencer a los aspirantes del partido del presidente Vladímir Putin, Rusia Unida.

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En el inicio de la cita electoral, uno de los primeros en votar ha sido el presidente Putin. Lo ha hecho de manera virtual, puesto que se encuentra en cuarentena tras detectarse un brote de coronavirus entre “decenas de personas” de su entorno, según explicó el mandatario. El ejemplo de Putin lo ha seguido también el primer ministro Mijaíl Mishustin, quien votó por Internet a diferencia del líder checheno, Ramzán Kadírov, que se decantó por acudir a las urnas a pie junto con su familia. Según la Comisión Electoral Central, al mediodía de la primera jornada ya se había superado el 30% de participación por Internet en seis entidades federales rusas y se estimaba que podrían alcanzar “entre el 75% y el 80%” al final del día.

A las dudas que suscita la votación electrónica se suma la reducida presencia de observadores en estas elecciones y el veto a numerosos candidatos, tanto por decisión de la junta electoral como por no poder reunir las miles de firmas necesarias en una situación tan tensa. Por ejemplo, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) decidió no enviar a su personal por las restricciones impuestas, mientras que algunos opositores no han podido presentarse, incluida una de las mejores bazas del Partido Comunista, Pavel Grudinin, por supuestamente tener cuentas en el extranjero.

“El principal problema es que los políticos pueden ser privados de postularse en cualquier momento”, afirma Elena Noskovets, representante de la Coalición Novosibirsk 2020, que aún ejerce acciones opositoras. “Por supuesto, los políticos de Rusia Unida y de los partidos satélites que representan a la oposición parlamentaria leal dirán que todo está bien y que el único problema es la apatía de los votantes”, agrega.

El voto telemático ya fue empleado anteriormente en el referéndum constitucional de 2020 y en algunos comicios locales como los de Moscú ese mismo año. Aquellas elecciones pusieron a prueba el voto inteligente, examen que la herramienta de Navalni aprobó con creces al impulsar la elección de 20 de los 45 escaños de la Duma de la ciudad.

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Amenazas a las tecnológicas

La decisión de las tecnológicas llega un día después de que los representantes de ambas compañías comparecieran ante una comisión del Consejo de la Federación, la Cámara alta rusa, donde las amenazas fueron explícitas. “Las personas asociadas con Apple y Google deben ser conscientes de que tanto sus acciones deliberadamente ilegales como su inacción delictiva tendrán inevitablemente consecuencias legales para ellos, incluidas penales”, advirtió el general del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) y vicepresidente del comité parlamentario de Asuntos Exteriores, Vladímir Dzhabarov, citado por la agencia de noticias Interfax.

Por su parte, Vadim Subbotin, subdirector de Roskomnadzor, el regulador de las telecomunicaciones de Rusia, dijo que “los representantes de estas compañías fueron incapaces de dar explicaciones”, en dicha comisión. En declaraciones a la agencia nacional Tass, Subbotin elevó las amenazas contra estas empresas y mencionó la posibilidad de imponer multas según sus volúmenes de negocio.

La resignación de Google y Apple ha sentado como un jarro de agua fría entre los opositores. “Se han convertido en instrumentos de censura”, denunció María Pevchik, responsable de investigación de la Fundación Anticorrupción de Navalni. El círculo del opositor reaccionó de forma unánime en Twitter, red social que ha sufrido una ralentización de su tráfico en el país euroasiático a raíz de las protestas por la detención del opositor. “Expectativa: el Estado apagará Internet. Realidad: la propia Internet se apaga por miedo”, dijo por su parte Iván Zhdanov, director de la organización tras publicar la respuesta de Apple a sus quejas.

“La aplicación será eliminada de App Store, porque incluye contenido que es ilegal en Rusia”, señaló la multinacional en un comunicado. ”Sabemos que esta cuestión es complicada”, continuaba antes de matizar que “seguirá disponible en otros territorios”.

Las compañías estadounidenses justifican esta decisión en una orden emitida en junio para eliminar todo el contenido relacionado con Navalni. Fue entonces cuando las autoridades rusas declararon extremistas a todas las organizaciones y personas vinculadas con el activista, privándoles así de cualquier participación política.

Un listado fácil de encontrar

A pesar de los intentos de prohibir la iniciativa del voto inteligente en Rusia, el listado de candidatos de la oposición sigue siendo fácil de encontrar. El Gobierno bloqueó seis servicios de VPN, opción que permite ocultar la dirección de usuario para acceder a páginas vetadas, como la web de Navalni. A modo de respuesta, el equipo del opositor encarcelado ha publicado vídeos en Youtube, en los que se muestran distrito a distrito los aspirantes con más posibilidades de batir a sus rivales de Rusia Unida.

Además de los dos gigantes californianos, el Kremlin ha acusado a otras empresas tecnológicas de interferir en las elecciones. Según los organismos reguladores rusos, una decena de firmas foráneas permiten eludir las restricciones de las autoridades al material político prohibido, entre ellas Cisco y Cloudfare, y no son solo estadounidenses: varias están radicadas en Alemania, Ucrania y Japón.

Es tal la preocupación del Kremlin por el impacto de estas iniciativas en las elecciones que el embajador estadounidense en Moscú, John Sullivan, fue llamado a consultas el pasado 10 de septiembre por el ministerio de Exteriores ruso para denunciar una supuesta injerencia de Washington en el proceso electoral. “Los acontecimientos recientes han justificado nuestros temores de hace ya mucho tiempo de una implicación directa de los monopolios tecnológicos occidentales en los intentos de medrar en los asuntos internos de Rusia”, afirmó entonces el responsable de comunicación del ministerio.

Advertencia a los usuarios

La supresión de la aplicación llega tras varios meses de ejercer gran presión sobre la plataforma y sus usuarios. En julio, una compañía de lana de Stávropol (suroeste de Rusia) registró la marca en tiempo récord y dos meses después ya tenía una sentencia a favor que prohibía a Google y su rival ruso, Yandex, mostrar la iniciativa en sus buscadores. Pero, más allá de la anécdota, el acoso real lo han sufrido sus suscriptores en carne propia. En junio aparecieron filtrados en Telegram los domicilios y contactos de las personas registradas en la iniciativa, después recibieron una advertencia con visos de amenaza: la policía se personó en las casas de muchos de ellos para decirles que habían sido tomados más datos suyos. La reacción del equipo de Navalni llegó tarde: en septiembre dio marcha atrás y dejó de exigir registrarse para acceder a su plataforma.

Las propuestas del voto inteligente no han estado exentas de polémica entre los opositores en esta ocasión. De los 450 escaños en disputa, 225 se eligen en distritos donde solo el más votado accede a la cámara. El plan de Navalni es reducir la presencia parlamentaria del partido de Putin mediante el impulso de los candidatos rivales más fuertes en cada zona, y no hace distinción por ideología. Así, las formaciones que salen más reforzadas son el Partido Comunista, con 137 candidatos recomendados y que considera a Navalni “un traidor”, y el populista LDPR ,con 20; mientras que los demócratas de Yábloko, enfrentados con el opositor por encender las protestas en la calle, apenas cuentan con 10 aspirantes en los listados.

Además, tanto el Partido Comunista como el LDPR comparten dos características: sus líderes se han presentado a todas las elecciones presidenciales -y las han perdido- habidas en Rusia tras la disolución de la Unión Soviética, y ambos partidos han apoyado casi todas las reformas legales emprendidas por Putin en sus 21 años en el poder, entre ellas las que han llevado a Navalni y miles de personas más a ser declaradas extremistas.


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