Es el cronista que mejor recuerda y cuenta la centenaria historia del club que lleva tatuado en su corazón, la Real. Gorka
Reizabal, periodista retirado, fue objeto de un merecido homenaje íntimo por parte de la Real Sociedad, que quiso reconocer su extensa labor periodística relacionada con el equipo txuri urdin tras la brillante victoria contra el Real Madrid de ayer en Anoeta. Jokin
Aperribay le entregó una camiseta txuri urdin firmada por toda la primera plantilla en el anverso y con un nombre, Pato, y un número, el 44, en su reverso. El primero se refiere al apodo que siempre acompañó al informador donostiarra de 67 años durante sus cuatro décadas de carrera. El segundo hace alusión a los años que se van a cumplir desde la primera crónica que redactó sobre la Real, precisamente en un encuentro contra el Real Madrid en Atotxa, el 18 de octubre de 1975. No obstante, su conocimiento y su memoria van mucho más allá del inicio de la Transición. Podría escribir una enciclopedia sobre la Real Sociedad porque él mismo lo es, con una capacidad prodigiosa para rescatar con minuciosidad de detalles cualquier evento histórico del club guipuzcoano.
Reizabal estuvo acompañado por los suyos, su mujer y sus vástagos, en tan singular acto. Su hija Maite, también periodista, lucía la camiseta de Nihat del subcampeonato. Su hijo Iñigo, la de Periko
Alonso en la conquista del segundo título. Lo que el propio Pato llevaba era la que sudó Luca Sangalli el día de su bautismo goleador, nada menos que ante el Athletic en San Mamés.
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