Segundo fin de semana consecutivo en Austria, en el Red Bull Ring, esta vez bajo la denominación de GP de Estiria de F1, y tras la primera sesión, hay todavía muchas dudas por resolver. El fin de semana inició con unos primeros entrenamientos libres que no aclararon ninguna de las muchas incógnitas con las que acabó el GP de Austria de F1
del pasado fin de semana. Los equipos, con los miles de datos recogidos de la primera cita del curso, saltaron a pista para trabajar sin desvelar sus cartas en seguir mejorando sus prestaciones de hace unos días y para confirmar que han solventado los múltiples problemas que hubo en la primera carrera, con hasta 9 abandonos.
Mercedes, con Valtteri Bottas como ganador del primer GP del curso, llegaba a Austria con ganas de poder comprobar que ha resuelto su problema con los sensores de la caja de cambios que tanto les hizo sufrir durante la carrera del domingo por las vibraciones de los pianos del trazado austríaco.
Red Bull, también quería confirmar su mejora del sistema eléctrico del motor, que obligó a Verstappen a abandonar, y por su parte, Ferrari llegó con una primera parte de su gran mejora prevista tras un decepcionante estreno de su coche, montando fondo plano y alerón delantero nuevos.
Sin embargo, todos ellos no dieron prácticamente pistas de su potencial real, dejando que ‘Checo’ Pérez y su Racing Point (copia del Mercedes de 2019) liderara la sesión con 0”096 de ventaja sobre Verstappen y 0”222 sobre un Bottas que de buenas a primeras ya envió su primer mensaje de fuerza a Hamilton, superándolo por escasas 31 milésimas.
Bottas quiere agrandar la herida de Hamilton
El finlandés, flamante vencedor del GP inaugural del año en Austria, quiere repetir triunfo en una de las pistas que más le gusta para afianzarse en el liderato y agrandar la herida con la que terminó Hamilton la semana pasada. Ello significaría un fuerte golpe sobre la mesa de un ‘mayordomo’ del inglés que quiere sublevarse ante su jefe de filas de nuevo para dejar claro que en este 2020 sí puede pelear por todo con el británico. O por lo menos, intentarlo de inicio.
Stroll finalizó quinto, volviendo a dejar claro que es mucho más lento que Pérez con su mismo coche, aunque su tiempo le sirvió para superar a Alex Albon, el segundo de los Red Bull. Para los austríacos, esta segunda cita supone una revancha tras un primer fin de semana para olvidar, en el que un fallo de fiabilidad y el toque de Hamilton a Albon acabaron con las opciones de triunfo del holandés y el tailandés, respectivamente.
Sainz, enfocado
Carlos Sainz afronta el GP de Estiria lleno de motivación tras rozar el podio el pasado fin de semana y finalizar quinto pese a no encontrarse cómodo con su coche. Por ello, el español sabía que tenía mucho trabajo por delante y en pista en esta FP1 fue el que más vueltas dio, con un total de 40, con el objetivo de contar los reglajes adecuados que le permitan encontrar el mismo gran ‘feeling’ con el que acabó la campaña pasada con su McLaren.
El piloto español quiere conseguir otro gran resultado aquí y aprovechar al máximo las opciones de que se produzca de nuevo otra carrera loca en Austria este fin de semana debido a las condiciones cambiantes que se esperan.
Por ahora, los Racing Point empezaron con buenas sensaciones, aunque el fin de semana pasado también lo hicieron antes de que el sábado McLaren les pasara por encima. Habrá que ver en la FP2 si el conjunto de Woking puede mostrarse igual de competitivo en cuanto a ritmo de carrera y a una vuelta ante los coches rosas, con el permiso de unos Renault que también deberían estar en la lucha después de la fuga que obligó a abandonar a Ricciardo hace unos días.
La lluvia podría generar incertidumbre
Una de las variables que más va a afectar a los coches está previsto que aparezca este sábado en forma de una fuerte lluvia que podría hacer que la clasificación sea una auténtica locura, y además, quitaría toda la goma presente en el asfalto y haría bajar su temperatura, obligando a los equipos a salir a la carrera del domingo con muchas dudas en cuanto a su rendimiento en una pista totalmente diferente, con menos agarre.
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