GP F1 Bakú: Pole de Leclerc; Sainz, quinto tras un accidente y Alonso, Top-10

La ciudad del fuego, dicen. Vaya si lo es. La clasificación del GP de Azerbaiyán de F1 parecía un volcán en erupción, impredecible y alocada como la lava que escupe la tierra. Emoción al máximo en un circuito en el que no hay espacio para el error, en el que cualquier equivocación acaba en un coche en el muro. Sucedió en hasta 4 ocasiones en una clasificación absolutamente irracional en la que el resultado lo fue todavía más. Ferrari hizo la pole con Charles Leclerc. Sí, han leído bien. Ferrari, que llegaba a este circuito diciendo que iba a ser un fin de semana difícil y que no podrían batallar ante los Red Bull y los Mercedes, de nuevo al frente con un monegasco al que la suerte que le faltó en Mónaco le devolvió lo quitado en su casa. Charles conquistó su segunda pole seguida. En las calles del Principado lo consiguió por su accidente en el tramo final de Q3 cuando él ya tenía el mejor crono. Esta vez se repitió la historia pero gracias a la colisión de Tsunoda, que acabó contra el muro de una curva 3, fastidiando el último intento de un Sainz que se vio golpeado por la misma mala suerte durante dos fines de semana seguidos.

Sí cambiaron las cosas para Leclerc de Mónaco a Bakú. Hace dos semanas se quedó con la miel en los labios al ver como no podía salir a pista el domingo por un problema derivado de su choque. Dos semanas más tarde, en Azerbaiyán, tendrá la ocasión de arrancar primero, aunque en un circuito en el que sí se puede adelantar muchísimo (el año pasado hubo 50 adelantamientos) y con una recta larguísima que no le hace ser favorito.

Tras lo visto durante todo el fin de semana, se esperaba que Red Bull se llevara el premio gordo con Verstappen y que Mercedes sufriera. Pero la lucha por la pole fue tan irracional que el resultado fue sorprendente, con Hamilton 2º y Verstappen arrancando desde la tercera plaza. Mercedes sufrió durante todo el fin de semana, pero buscó la fuerza en el equipo. Bottas cumplió con su labor de escudero a la perfección en Q3. Hamilton no podía lograr la pole por sí solo, necesitaba un rebufo y el nórdico allí estaba para servírselo en bandeja. Pero se les vio tanto la jugada que Leclerc lo aprovechó. Lo prepararon de forma tan deliberada y con tanta calma que, en ese momento, Leclerc le cogió la estela del inglés para lograr unas décimas clave para arrebatarle la pole al británico. El más listo de la clase.

A Mercedes le había salido la jugada a medias. Con ello lograron su principal propósito de superar a Verstappen, pero vieron como Charles les arrebataba la cartera en las narices. Quedaba todavía un intento y todo podía ocurrir. Carlos Sainz, que en Mónaco se lamentó por no haber podido ni hacer un giro en Q3 por el accidente de Leclerc, quería quitarse esa espinita, pero de nuevo, la suerte le fue esquiva.

Otro accidente ajeno frena a Sainz

Carlos podía optar a una gran posición con un Ferrari sorprendente, pero no pudo mejorar el quinto puesto logrado en su primer intento por un accidente de Tsunoda. De nuevo, lo que pasó en Mónaco. Esta vez le pasó justo delante. Estaba acelerando en plena recta, a más de 300 km/h, cuando de repente, pensando en apurar su frenada al máximo, vio unas banderas amarillas. Ahí, dudó y tuvo que frenar en seco para evitar un incidente en esa curva. Ello derivó en un trompo en el que se fue por la escapatoria, rompiendo el alerón delantero. Otra vez, castigado sin poder realizar su último giro de Q3.

Alonso, Top-10

Alonso corroboró el buen rendimiento de su Alpine con la novena posición en parrilla. Tras sufrir mucho en Mónaco pudo dar un paso al frente en qualy, superando en esta ocasión a un Ocon que fue 12º debido a que en este circuito no le costaba tanto calentar las gomas, la “limitación” que dijo frenarle en este regreso a la F1 en las sesiones de clasificación. El español se salvó por los pelos de entrar a la Q3 por un accidente de Ricciardo cuando quedaba un minuto y medio, en el momento en el que el ovetense era 10º, y finalmente consiguió la novena plaza superando a un Bottas que tiró por la borda su clasificación para pensar solo en el bien de Hamilton.

Carrera loca

Y si la clasificación fue loca, no esperen menos de la carrera. Como bien dijo Alonso el jueves, “en Bakú puede pasar de todo”. Se esperan accidentes, coches de seguridad y además, con neumáticos más blandos que los que se usaron en este trazado hace dos años, las diferencias de estrategias puede añadir emoción a una carrera en la que habrá muchos adelantamientos por los 2.2 kilómetros de recta. Puede pasar absolutamente todo. Eso sí, el favorito sigue siendo Verstappen, que aunque salga desde la tercera posición, en los libres exhibió un ritmo de carrera mejor que el resto.


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