Aunque el hecho de obtener la pole el sábado en condiciones de mojado había creado grandes expectativas no hay que olvidar que Marc Márquez sigue en fase de recuperación y después de los tres meses de parón tras la cuarta operación en dos años en su brazo la de Motegi ha sido su primera carrera completa.
El piloto Repsol Honda actuó con mucha cabeza, consciente de sus condiciones. Optó por el blando trasero porque quería salir al ataque y trató de cuidarlo durante toda la carrera. Este domingo en parrilla casi todo el mundo estaba fuera de su posición por el capricho del clima otoñal así que dejó escapar a los galgos de Ducati y se instaló cómodamente tras las dos KTM en quinta posición. Y ahí estuvo rodando constante en 46 bajos y medios, sin cometer errores de bulto, centrándose en su pilotaje y, sobre todo, en acabar una carrera en un circuito a derechas, hostil para él. Ya había tenido suficientes errores por un día con su caída en el warm up.
La guinda la dejó para el final con el adelantamiento a Oliveira en la penúltima vuelta de la carrera para acabar cuarto a casi 7”8 del vencedor Miller igualando su mejor resultado del año (Jerez) y es el segundo mejor de Honda este 2022 tras el tercero de Pol Espargaró en el lejano Qatar. Vale, está aún lejos, pero el líder del Mundial terminó octavo a 10”1 y defendiéndose al final y él acabó atacando.