El Valencia acabó el año torcido, con una nueva derrota en Granada que le dejó cuarto por la cola y con los mismos puntos que el antepenúltimo, y lo ha empezado entrenando. La única concesión del técnico a la Nochevieja fue retrasar a las 11.30 el inicio de la sesión.
Al menos en este primer entrenamiento del año, Javi Gracia ha recuperado de una tacada a Toni Lato, que ha superado el COVID 19, a Hugo Guillamón, que ha estado un mes fuera por una lesión muscular, y a Uros Racic, que lleva diez días fuera del equipo por vértigos.
No le vendrán mal los refuerzos después de que en el Nuevo Los Cármenes, además de quedarse sin sumar ni un solo punto, perdiera a Jason Remeseiro y a Gonçalo Guedes por sendas (auto)expulsiones.
De hecho, a la mala imagen que dieron ambas situaciones se unieron después las declaraciones de José Luis Gayà en las que el capitán subrayó que no podían quedarse con nueve en un encuentro en el que se estaban jugando “la vida”.
Con esas circunstancias y el ‘banquillazo’ de Gracia a Maxi Gómez al parecer por no estar contento con su actitud en los entrenamientos previos al choque en Granada, el club ha deslizado en su breve reseña del entrenamiento que “lo que sí está claro es que el compromiso de los jugadores es máximo para revertir esta situación”.
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