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Grandes multinacionales europeas reclaman a los líderes de la UE acelerar las reformas para salir más fuertes de la crisis

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, conversa con el presidente de Inditex, Pablo Isla.Javier Lizón / EFE

Un conjunto de 56 multinacionales europeas (entre ellas las españolas Ferrovial, Iberdrola, Inditex y Telefónica) han expresado, en una carta enviada a Angela Merkel, en calidad de presidenta actual de la UE, y a los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros, su apoyo a la denominada “nueva estrategia industrial para Europa” trazada por la Comisión, pero también reclaman eliminar las barreras existentes para el Mercado Único, acelerar un acuerdo digital europeo y luchar contra el proteccionismo. La misiva, remitida con motivo del próximo Consejo Europeo extraordinario que se celebra el jueves y el viernes en Bruselas para debatir precisamente estas cuestiones, la firman los directores ejecutivos y presidentes de empresas que forman parte del European Round Table for Industry (ERT), un foro cuyo objetivo se centra en influir en las políticas industriales y en el que figuran grandes compañías continentales de distintos sectores.

ERT comparte la visión de que “la competitividad mundial de las empresas europeas es absolutamente esencial para una UE poderosa, influyente y soberana”. Además de eso, respalda el Instrumento de Recuperación y sostiene que es de interés común europeo que los Estados miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo lleguen urgentemente a un consenso sobre un Marco Financiero Plurianual (MFP) “ambicioso, moderno y orientado al futuro y con suficiente financiación para el Horizonte Europa (120.000 millones de euros)”. Asegurar ese presupuesto para el Horizonte Europa (Horizon Europe) significaría, según sus cálculos, la creación de hasta 100.000 puestos de trabajo en actividades de investigación e innovación entre 2021 y 2027, lo que considera fundamental para alcanzar el objetivo del 3% del PIB invertido en I+D. “De lo contrario, Europa se quedará más atrás de EE UU y China”, advierten las empresas.

La carta, de tres folios y firmada por Carl-Henric Svanberg (también presidente de Volvo), pide, como parte de la estrategia para recuperarse de la crisis, eliminar las barreras para un nuevo crecimiento dentro de la UE, armonizar urgentemente las normas del Mercado Único y mejorar la igualdad de condiciones. Los motivos para una integración más profunda son vitales en sectores cruciales como la energía, la economía digital y los mercados de capital, enfatiza. En ese sentido, refiere que, “aunque algunos obstáculos son menos visibles para los encargados de la formulación de políticas o no son de interés inmediato para la opinión pública, toda barrera a la libertad de circulación de personas, bienes, servicios y capitales constituye un costo de oportunidad”. “La reducción de los costes (de transacción) sigue siendo fundamental para la competitividad de Europa, sobre todo entre las pymes; una mayor integración de las economías de la UE es una forma no costosa (neutral desde el punto de vista presupuestario) de impulsar la recuperación”, completa.

La ERT (además de las firmas españolas y Volvo figuran grupos como Saint-Gobain, LÓreal, Total, E.ON, Sonae, Norks Hydro, BP, Daimler, Philips, Vodafone o Nokia, hasta un total de los 56 mayores grupos industriales europeos) hace hincapié en la necesidad de añadir Indicadores Clave de Rendimiento (KPI), así como objetivos para 2030, con el fin de supervisar los progresos y compararlos con otras geografías para catapultar la citada Nueva Estrategia Industrial, adoptada el 10 de marzo de 2020 y anunciada por Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión. Ante eso, pide al Consejo Europeo que solicite a la Comisión que publique periódicamente informes sobre la competitividad que se centren en el seguimiento de los resultados de la UE en una perspectiva global. “Solo con datos cuantitativos la UE dispondrá de las pruebas necesarias para fundamentar las futuras medidas de política y las decisiones de inversión necesarias para lograr con éxito las transiciones gemelas en el corazón de su futuro”, afirma.

Acuerdo digital

Un elemento clave para avanzar, en todo caso, es la digitalización de la industria. “La aceleración e intensificación del uso de las herramientas digitales en los últimos seis a nueve meses pone de relieve los retos para la economía y la sociedad europeas y la urgencia de hacer que Europa se adapte a la era digital, con justicia y confianza, y una economía digital fuerte que funcione para todas las personas”, incide la carta. Según destaca, la transición digital potenciará además la transición energética, la innovación y todo un nuevo mundo de oportunidades de empleo. “Es vital para las ambiciones de la UE en materia de transición ecológica. Todo está conectado, por eso es una parte tan fundamental de la ecuación y un requisito previo para el éxito del acuerdo ecológico”, apunta al respecto.

“Por esta razón, es crucial diseñar y promover un Acuerdo Digital para Europa que reciba la misma atención e importancia que el Green Deal, para así cumplir verdaderamente con las transiciones paralelas, que constituyen las piedras angulares de la Próxima Generación de la UE. Acogemos con beneplácito la ambición de invertir el 20% en lo digital”, continúa. Y remacha: “Alentamos firmemente a que se haga más para crear una mejor coordinación entre la Comisión y los Estados miembros en el despliegue del 5G. Existe un claro retraso en el lanzamiento de los servicios comerciales de 5G, ya que más de la mitad de los países de la UE-27 aún no los han lanzado”. Solo se han desplegado 10 estaciones base de 5G por millón de habitantes en los Estados miembros con actividad en 5G, en comparación con las 1.500 estaciones base por millón de habitantes de Corea del Sur.

Sobre el Green Deal, precisamente, las multinacionales subrayan que apoyan la principal ambición del Acuerdo Verde Europeo de convertir Europa en el primer continente del mundo neutro en emisiones de carbono para el 2050. “Además de los indiscutibles beneficios climáticos, creemos que el Acuerdo Verde puede presentar una importante oportunidad de negocio. Alentamos a la UE a que siga esforzándose por lograr una señal mundial eficaz y equitativa de fijación de precios del carbono, en el mejor de los casos un precio del carbono armonizado a nivel del G20”, sostiene la carta. En ausencia de un precio mundial del carbono, las Medidas de Ajuste en Frontera del Carbono (MAFC) podrían, en determinadas condiciones, formar parte de la combinación de instrumentos para evitar la fuga de carbono, siguiendo un enfoque sectorial y tras una fase piloto en algunos productos primarios.

Las empresas se comprometen, además, a volcarse en la formación, especialmente en el contexto de las transiciones paralelas, a cooperar con los responsables políticos y otros interesados para impulsar la empleabilidad de la fuerza de trabajo actual y futura de Europa. “Hemos analizado más de 200 iniciativas de reciclaje y hemos identificado varios fallos del mercado. Por lo tanto, pedimos al Consejo Europeo que dé a la Comisión Europea un mandato claro para desarrollar una iniciativa paneuropea, “de extremo a extremo” (end-to-end) e intersectorial de readaptación de personal basada en la cooperación pública y privada”.

Liderazgo geopolítico

Por último, reclaman un enfoque estratégico proactivo que mejore la competitividad y el liderazgo europeos a nivel geopolítico que mitigue las tendencias mundiales de menor aperturismo, menos libre comercio y un creciente proteccionismo, acrecentadas por la pandemia. La UE debe tener en cuenta las nuevas realidades económicas actuales. “Es fundamental que la UE luche contra el proteccionismo y ofrezca un comercio mundial y unos mercados internacionales justos y basados en normas que estén verdaderamente abiertos al comercio y la inversión europeos”.

“La creciente incertidumbre sobre el resultado del actual estancamiento del Brexit es una enorme carga para las empresas que quieren invertir más y nos impide centrarnos en lo que realmente importa para ser resistentes en el futuro. El tiempo se acaba rápidamente para evitar un Brexit duro. Instamos a la UE y al Reino Unido a trabajar hacia una solución mutuamente aceptable”, añade.

“La UE siempre ha salido más fortalecida de las crisis, ya que fue capaz de demostrar su valor y hacer progresos. La escala de la crisis del coronavirus no se ha visto nunca antes en tiempos de paz. Sus devastadores impactos sociales y económicos repercutirán en muchos aspectos de la vida europea en los años venideros. Las preguntas que ha planteado sobre las expectativas de los ciudadanos en el proyecto europeo son pertinentes y oportunas. También ofrecen la oportunidad de crear más solidaridad entre los 27 Estados miembros de la UE en un momento de importante transición tecnológica y de fortalecer el lugar de Europa en el mundo, objetivo que los miembros de la ERT apoyan sin reservas”, se despide.


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