Grayson Allen dejó anoche uno de los mates del año en la NBA durante la victoria de los Milwaukee Bucks sobre los Indiana Pacers por 136-149. El escolta de 27 años se elevó por encima de su excompañero Jordan Nwora y la hundió con una ferocidad tremenda, en una acción que sin duda estará entre las más destacadas al cierre de la temporada regular el próximo 9 de abril.
Aunque no lo aparente, los muelles del exterior de la franquicia de Wisconsin, que solo mide 1,93 metros, son conocidos desde sus tiempos en la Universidad de Duke, donde también dejó perlas similares. Estos últimos años, el jugador ha estado rodeado por la polémica tras ser protagonista de más de una jugada sucia que ha lesionado a algún que otro compañero de profesión.
En su quinta campaña en la NBA, Allen promedia 10,8 puntos, 3,3 rebotes y 2,3 asistencias en 27,6 minutos de juego, con un acierto del 44,2% en tiros de campo y un 40,3% en triples, siendo pieza clave en el quinteto titular de los Bucks, que aspiran a ganar el anillo este mes de junio y están cerca de cerrar el curso como el mejor equipo de la temporada regular.