Casa Madero informó que la tarde del miércoles un grupo armado irrumpió en sus viñedos y se apoderaron de su infraestructura de riego en Parras De la Fuente, Coahuila.
En un comunicado, la vinícola dijo que anteriormente, un grupo de personas se presentó en la entrada de sus instalaciones amenazando con invadirlas, lo que fue hecho del conocimiento de funcionarios de la administración del gobernador, Miguel Ángel Riquelme, así como del presidente municipal de Parras de la Fuente, Fernando Orozco Lara.
Ambas autoridades habían garantizado a Casa Madero que se atendería dicha situación para evitar cualquier perjuicio a su propiedad. Es importante informar también que, al momento de suscitarse el hecho violento, se pidió ayuda a la policía municipal, la cual nunca atendió los llamados del personal de seguridad de Casa Madero.
Añadió que en el momento de la irrupción, pidió ayuda a la policía municipal, la cual dijo, nunca atendió los llamados del personal de seguridad de Casa Madero.
Casa Madero indicó que “llama la atención” que la irrupción ocurra justo después del anuncio de su incorporación a la Asociación de Tajos de Aguas de Parras, que integran ejidatarios y empresarios de la región, para encontrar soluciones a la escasez general de agua de uso agrícola, problema que las autoridades no han logrado solucionar y que abrieron espacio a la venta de agua a terceras persona.
De acuerdo con medios locales, el grupo de personas entraron al lugar para reclamar el “robo” de agua por parte de la vinícola.
El asesor jurídico del Movimiento de la Defensa del Agua de Parras de la Fuente, Josué Hernández Morales, afirmó que las únicas armas con las que llegaron los campesinos eran dos palas de tierra y un talache, que utilizarían para hacer su compuerta y desviar el agua que les corresponde, de acuerdo con el medio El Siglo de Torreón.
Detalló que son cerca de 350 campesinos afectados de los ejidos 28 de agosto, San Francisco y San Lorenzo, que son los ejidos más fuertes, además de Balbuena, Palmeras y Ejido Parras.
Explicó que el problema surge porque los campesinos tienen derecho a cerca de 75 litros por segundo, solo en el caso de los del ejido de San Lorenzo, y la vinícola les dejaba pasar entre 20 y 25 litros. “Casa Madero les está robando desde hace 20 o 30 años cerca de 40 litros de agua por segundo, nada más a ese ejido, hasta que ya ahorita les estaban dejando pasar entre 20 y 25 litros, y ya sus huertas se les estaban secando, y ellos decidieron que tomarían el agua que les corresponde y ampara de acuerdo al decreto presidencial”, aseguró.
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