Pep Guardiola le ganó la partida a Zinedine Zidane en la ida de los octavos de final de la Champions League. En líneas generales, el Manchester City dominó con contundencia el choque ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
El técnico catalán estudió y, consecuentemente, encontró las debilidades de los madridistas. Llegó a la conclusión que el punto más endeble en las filas blancas era la banda derecha, la banda defendida por Dani Carvajal. Por lo que el de Sampedor sentó al Kun Agüero y apostó por Gabriel Jesus para buscarle las cosquillas al lateral del Real Madrid.
Siguiendo las instrucciones de Guardiola, el brasileño jugó en banda izquierda y estuvo magnífico en los duelos ante la defensa blanca. Aunque Zidane quiso poner tierra de por medio, la pesadilla de Carvajal iba a continuar, y esta vez, con un nuevo protagonista: Sterling. La entrada del delantero inglés, recuperado de una lesión en los isquiotibiales de su pierna izquierda, revolucionó el ataque del City para conseguir remontar el encuentro.
El gol de Isco, tras una serie de errores del equipo ‘citizen’ pareció dar aire y piernas al Real Madrid. Fue en ese momento cuando los blancos dejaron ver su mejor fútbol. Pero, la felicidad madridista duró poco, ya que la entrada de Sterling al césped y los goles de Gabriel Jesus y De Bruyne hicieron posible la remontada del equipo de Guardiola en tan solo 20 minutos. Ambos tantos llegaron por la banda en la que más insistió Pep Guardiola, por la de Dani Carvajal.
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