Guía bioética requiere plan específico para personas con discapacidad: experto 

Enfatizó la urgencia porque la Guía bioética sea sometida a un proceso de consulta con organizaciones para atender las necesidades específicas de este sector.

Frente a la pandemia por coronavirus Covid-19, un país como México en donde el 50.2% de su población de personas con discapacidad viven en pobreza, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, y no tienen oportunidad de acceder a servicios médicos, es de vital importancia que el Estado haga lo necesario para atender las necesidades básicas de dicha población.

En días recientes, el Consejo de Salubridad General publicó el borrador de una Guía bioética. En ésta, se incluye una serie de criterios que el personal médico tendría que tomar en cuenta en caso de que el sistema de salud en México colapse por el número de contagios y sean insuficientes los insumos médicos para atender a todos.

Dicha guía incluye una sección en donde se estipula que a la hora de brindar atención médica no se puede discriminar por ningún motivo, incluyendo la posibilidad de que la persona tenga alguna discapacidad. No obstante, Carlos Ríos Espinosa, investigador de Human Rights Watch, señaló que existe preocupación respecto a la manera en la que esto pueda aplicarse a la realidad, pues ninguna organización fue consultada para considerar todo lo necesario para garantizar la atención a estas personas.

“Me asustó mucho porque pensé que ya estaba aprobada (la Guía bioética), nunca supimos que estaba en proceso y hay una obligación del Estado mexicano que deriva del artículo 4.2 de la Convención de los Derechos de las personas con discapacidad y es que deben hacer una consulta estrecha con las organizaciones que representan a estas personas en aquellos asuntos que las afecten directamente”, dijo en entrevista para Aristegui en Vivo. 

Sin embargo, dicha consulta no ocurrió previo a la publicación del borrador ni en los días posteriores hasta este viernes 17 de abril.

Carlos Ríos explicó que una de las principales dudas respecto a la Guía bioética se relaciona con el triage, un proceso reconocido internacionalmente y que está siendo utilizado en muchos países, el cual marca un protocolo de atención de cuidados críticos.

“Existen diferentes modelos, todos son malos porque implican que no se atenderá a una persona, pero hay algunos que son menos malos“, señaló. Considerando esto, incluso el Alto Comisionado de Derechos Humanos exhortó, a través de un comunicado, a que las decisiones del triage se basen en razones de salud, necesidades médicas y, sobre todo, como último recurso.

“Se tienen que hacer todos los esfuerzos para que todas las personas accedan a los servicios de atención crítica. No puede ser que se opte por esta perspectiva desde un inicio, sino que es de último recurso. Se reconoce que estos modelos existan, pero debe haber una clara definición de cómo hacer el mecanismo de forma tal que no se discrimine a determinados sectores de la población”, manifestó.

Ríos señaló que la situación del triage es muy preocupante en México, más aún cuando la población de personas con discapacidad es de las más vulnerables, más aún cuando una gran parte de este sector se encuentra en instituciones en especial riesgo.

“Yo no he oído nada respecto a qué se hará en esas instituciones como los centros de atención múltiple en la CDMX en donde es muy complicado tener los espacios de distanciamiento social. El personal de apoyo para estas personas también son foco de infección. Tendría que haber un plan específico para las personas con discapacidad para que lleguen a los hospitales”, detalló.

Enfatizó la urgencia porque la Guía bioética sea sometida a un proceso de consulta con organizaciones para atender las necesidades específicas de ese sector. Sobre todo para que se entienda bien.

Además, exhortó a la necesidad de que ésta incluya una sección en la que haga un reenvío a la Ley General de Personas con Discapacidad de México en la que se diga que es obligatorio hacer ajustes de procedimiento.

“Los oficiales de triage tendrían que estar entrenados en cuestión de derechos de personas con discapacidad y entender las distintas situaciones que podrían presentarse”, dijo.




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