Guiño indirecto de la NBA a Jordi Fernández. La NBA ha nombrado por unanimidad Entrenador del Año a Mike Brown, primer entrenador de los tan sorprendentes Sacramento Kings del que el técnico de Badalona es asistente. En su primera temporada en la franquicia de California, el contrastado Brown ha logrado romper la maldición que había hecho que se perdiera la ilusión en Sacramento: 17 años seguidos sin jugar playoffs, el periodo más largo sin disputar la fase por el título de cualquier equipo profesional estadounidense.
Se trata de la segunda vez que el entrenador de 53 años gana el premio tras haberlo recibido también en 2009 como técnico de los Cavaliers de LeBron James. A Mike Brown le han sido adjudicados los 100 votos en primer lugar, algo que nunca se había dado antes.
Los Kings quedaron terceros en el Oeste con un récord de 48-34 y, además, han sido no sólo el mejor ataque de la temporada regular sino de toda la historia, con un rating ofensivo de 118,6 (puntos cada 100 posesiones), a pesar de ser conocido por la fortaleza defensiva. De hecho, el entrenador de Ohio era hasta el año pasado técnico asistente en los Warriors (2016-2022), siendo el gran artífice del éxito defensivo para que Golden State ganara tres anillos en este periodo.
Ahora, aprovechando su gran conocimiento de los entresijos defensivos del conjunto de la Bahía, Brown ha llevado a los Kings a liderar la serie de esta primera ronda de playoffs por 2-0. El preparador de Ohio ofreció a Jordi Fernández, que ejercía de técnico ayudante en los Nuggets, el puesto de segundo entrenador de cara a su nueva etapa en Sacramento.
Fernández, natural de Badalona y de 40 años, se ha convertido esta temporada en el primer técnico nacido en España en dirigir un partido de la NBA como primer entrenador. Lo hizo en dos ocasiones en diciembre ante los Raptors y los Nuggets, una por expulsión de Mike Brown y la otra por Covid-19 del técnico estadounidense, su gran valedor.
En 2009 le ofreció trabajar en el departamento de Desarrollo de Jugadores de los Cavaliers y, a partir de aquí, empezó el periplo del badalonés en Estados Unidos, entrenando también los Canton Charge -filial de Cleveland en la G-League-, formando parte del cuerpo técnico de la franquicia de Ohio que ganó el anillo con LeBron e Irving en 2016 y ejerciendo de ayudante en los Nuggets del doble MVP Nikola Jokic.
Los Cavaliers le consideraron para el puesto de primer entrenador en 2019, igual que los Hawks este año. Brown le considera preparado y este nuevo reconocimiento no hace que darle aún más visibilidad a todo un pionero del baloncesto español en los banquillos de la NBA.