Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, los dos populistas que se disputan la presidencia de Colombia


Luego de castigar con sus votos a la clase política tradicional, los colombianos volverán a las urnas el domingo para elegir presidente entre dos candidatos con ideas populistas, pero con visiones distintas del país: el izquierdista Gustavo Petro y el polémico magnate Rodolfo Hernández.

Tanto Petro como Hernández proponen un cambio frente al actual gobierno del conservador Iván Duque, pero sus orígenes y trayectoria los hacen dos populistas diferentes.

Para llegar a la Casa de Nariño, Petro se enfrenta al desafío de superar los 8.5 millones de votos que obtuvo en la primera vuelta del 29 de mayo, en la que Hernández fue la gran sorpresa al obtener más de 5.9 millones de votos.

QUIÉN ES GUSTAVO PETRO

Petro, de 62 años, nació en una familia humilde de la costa Caribe y luego se mudó cerca a Bogotá. En su juventud, cuando era estudiante de Economía, militó en la guerrilla M-19 que desapareció en 1991 tras la firma de un acuerdo de paz con el Estado.

Petro ha sido alcalde de Bogotá, senador y tres veces candidato presidencial, siempre desde la izquierda y el progresismo y, por tanto, en la oposición.

El exalcalde y exsenador carga con el peso de haber sido guerrillero y aunque ya no está en armas, en Colombia la izquierda ha sido marginalizada luego de lidiar por más de cinco décadas con la ahora extinta guerrilla de las FARC, que firmó la paz en 2016 con el Estado. Aunque todavía restan grupos armados por derrotar, el posconflicto le ha dado paso a nuevas discusiones más enfocadas a garantías sociales.

Sus críticos han advertido que de ser elegido presidente, convertiría a Colombia en una especie de Cuba y Venezuela por sus políticas socialistas.

Petro, una de las figuras políticas con más peso en el país, es un curtido orador, propone reformas en las pensiones, la salud y el agro al desincentivar la acumulación de tierras “improductivas” y disminuir drásticamente la importación de alimentos, incentivando la producción nacional, así como dejar de otorgar nuevas licencias de explotación petrolera.

También busca financiar ambiciosos programas sociales de empleo y renta básica con una elevada reforma fiscal que aumente impuestos para las élites y no toque el bolsillo de los más pobres.

Campaña en las redes redes sociales o acercarse a los municipios “donde internet no llega”, este es el cambio en la estrategia de Petro.

QUIÉN ES RODOLFO HERNÁNDEZ

Hernández, de 77 años, nació en una familia trabajadora y campesina de Piedecuesta, un pueblo de Santander al noreste del país. Estudió Ingeniería Civil en Bogotá y luego volvió a su tierra natal, donde amasó una fortuna de 100 millones de dólares vendiendo y financiando miles de viviendas, sobre todo a familias vulnerables.

Entró a la política recién en 2015, luego de toda una vida como empresario, y salió elegido alcalde de Bucaramanga siendo un outsider bajo la premisa de “no robar”, sanear las finanzas y luchar contra la corrupción.

Actualmente enfrenta una investigación por corrupción por presuntamente ejercer su poder como alcalde como para otorgar un contrato por casi 100,000 dólares.

Es conocido por su popularidad en TikTok y sus polémicas declaraciones, como decir que era un admirador de Adolf Hitler para luego disculparse asegurando que quiso referirse a Albert Einstein y sobre el papel de la mujer en el gobierno, de la que dijo era mejor que se quedara en la casa.

Plantea reducir el tamaño del Estado eliminando varias embajadas y las consejerías presidenciales, convertir el palacio presidencial en un museo y reducir el uso de la flota de aviones presidencial. Coincide en que buscaría disminuir la importación de alimentos y apoyar a los campesinos.

Sin embargo, sus críticos cuestionan que no tiene un plan de gobierno sólido para hacer cumplir sus promesas “populistas” y critican el hecho de que se haya negado a participar en todos los debates presidenciales.

Hernández se ha negado a hacer alianzas políticas y financió su campaña de su bolsillo, basa sus propuestas en la lucha contra la corrupción, a la que culpa de la pobreza y de la pérdida de recursos del Estado que podrían destinarse de forma eficaz a obras sociales y bienestar general.

El movimiento político de Hernández solo tiene dos representantes en la Cámara de Representantes, por lo que también tendría que buscar acuerdos con la dificultad que en su discurso de campaña ha llamado “ladrones” a los políticos, incluyendo a los congresistas.

LOS PRINCIPALES RETOS

Ambos candidatos enfrentarían problemas de gobernabilidad, ninguno cuenta con las mayorías en el Congreso, clave para sacar adelante reformas. En la reciente elección legislativa, el movimiento político de Petro logró una histórica votación y obtuvo 20 curules en el Senado, consiguiendo una mayoría relativa, debido a que aún tendría que hacer concesiones con políticos de centro y de partidos tradicionales. 

Las relaciones exteriores cambiarían con la llegada de cualquiera de los dos candidatos. Ambos restablecerían las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde 2019 entre Nicolás Maduro y Duque, quien reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino. Estas posturas han sido celebradas por Maduro, quien dijo recientemente que su gobierno está dispuesto a cooperar con el próximo mandatario colombiano.

En cuanto a Estados Unidos, que concibe a Colombia como su mayor aliado en la región, los dos quieren reestructurar el Tratado de Libre Comercio (TLC) y la lucha antinarcóticos, al estar en contra del uso del herbicida glifosato para fumigar los cultivos de coca. Rodolfo propone acabar la demanda dando dosis gratuitas a los adictos en Colombia, aunque no especificó cómo combatiría a los grupos ilegales transnacionales. Petro impulsaría la sustitución de cultivos ilícitos y promovería la prevención.


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