Amanda Gutiérrez, presidenta de FutPro, el sindicato mayoritario de las jugadoras del fútbol femenino español, explica en una entrevista con EFE que “esta temporada ha habido impagos a futbolistas” por parte de clubes de la Liga F, precisamente en el primer curso tras la profesionalización de la Primera División.
“Hemos tenido noticias de impagos de salarios”, sentencia. Y esto sucede a pesar de que la Liga F ha firmado un acuerdo de 35 millones de euros en 5 años por derechos televisivos y de 42 millones en otros 5 años por activos comerciales.
“Si me escribe un club para decirme que este dinero no les está llegando en forma de ayudas, me preocupa. Nos preocupa que haya tanto dinero, 95 millones en 5 años sumando también la inyección del gobierno, y no esté llegando a los clubes. Pero si el dinero no llega no es culpa de las futbolistas”, advierte la presidenta de FutPro.
Además, admite que “es innegable que clubes como el Levante las Planas y el Alhama (los recién ascendidos) no han tenido poder de decisión a la hora de redactar los estatutos y a la hora de votar quién está en la presidencia ni en la junta directiva de la Liga Femenina de Fútbol Profesional (LFFP)”. Pero puntualiza que “hay algo que sí tienen la capacidad de hacer: decidir dentro de sus asambleas cómo se reparte el dinero”.
Esta situación tiene lugar en medio de las negociaciones con la patronal para un nuevo convenio colectivo en la Primera División Femenina. “Al final, nosotras como sindicato proponemos un salario acorde con estos ingresos”, dice Gutiérrez. FIFPro puso sobre la mesa un salario mínimo de 50.000 euros anuales. El actual es de 16.000.
Las futbolistas salieron de la última reunión con malas sensaciones. “Fue bastante negativa”, sentencia Gutiérrez. “La propuesta de salario que nos hizo la patronal provocó que muchas jugadoras se sintieran insultadas. Nos propusieron 17.000 euros para este año y llegar a 19.000 en 2027”, desvela.
Y añade: “Un trabajador común no podría vivir con este dinero. Pero, además, en el caso de una futbolista profesional su vida laboral es mucho más corta y, durante su carrera, puede pasar por el hecho de tener un bebé y tener que estar apartada un tiempo”.
Otra de las cuestiones relevantes en las negociaciones del nuevo convenio es la parcialidad en los contratos de las jugadoras, algo que sucede en varios equipos en la actualidad. “Nos dijeron que se eliminaría la parcialidad. Lo que nos traslada la patronal es que hay pocos equipos con parcialidad, así que habría pocos clubes que tendrían que hacer la conversión a una jornada completa”, explica la presidenta de FutPro.
Talento que se escapa a causa del salario mínimo
Pero las conversaciones siempre acaban volviendo al punto inicial: el salario mínimo. “El problema es que la patronal no quiere una subida salarial muy importante porque consideran que económicamente no pueden hacerle frente”.
Gutiérrez considera que “el argumento no es éste”. Según ella, “la pregunta es si un club que no puede hacer frente a un salario digno para una futbolista profesional debería estar en Primera División”.
En este sentido, argumenta que “una liga profesional como la española, que está en el TOP 3 de UEFA, debe ser consecuente con su posicionamiento y no se puede permitir que se siga escapando el talento a causa de que el salario no es suficiente”.
Además, apunta que “cuando tú preguntas a las futbolistas que se van al extranjero por el motivo de su marcha la respuesta es muy clara: el salario que perciben todavía no es profesional”.
La liga en la que más se fijan actualmente las jugadoras españolas que buscan una salida en el extranjero es la inglesa. Allí están futbolistas como Laia Aleixandri, Ona Batlle o Leila Ouahabi.
¿Pero en qué es mejor la liga inglesa respecto la española? “Para empezar, la inglesa no tiene tantos conflictos. Hay una buena relación entre instituciones que se ayudan mutuamente y que únicamente piensan en prosperar”, responde Gutiérrez. “Además, ayudan mucho a las futbolistas. Con ayudas para los estudios y la salud, entre otros aspectos”, añade.
En las negociaciones por el convenio colectivo, las diferentes partes han acordado no hablar de otras cuestiones que se tienen que resolver hasta que no se haya solucionado el tema del salario mínimo. Así, no se ha avanzado en los que deben ser los nuevos protocolos de acoso sexual, salud mental y maternidad.
Mientras tanto, FutPro no se ha quedado de brazos cruzados. “Hemos añadido un botón en nuestra página web para que cualquier futbolista pueda denunciar de forma anónima y no tenga que dar la cara. Así nosotras como sindicato podríamos actuar y pedirle al club que active sus protocolos”, explica Gutiérrez.
Demasiados problemas ya de inicio
La actual es la primera temporada en la que la primera división femenina de fútbol se considera como una competición profesional, pero este paso no se ha convertido en el inicio de un sinfín de buenas noticias.
“Se han creado demasiados problemas demasiado rápido. No es normal que una competición que acaba de nacer tenga tantos problemas con instituciones como la RFEF y la LFFP y esto lastre tanto el crecimiento. Si no existieran estos problemas podríamos crecer todavía más rápido de lo que lo estamos haciendo”, considera Gutiérrez.
Y sigue explicando que ahora mismo el fútbol femenino español “tiene los problemas de un sector que es nuevo, que se acaba de crear con esta nueva liga”, pero que a la vez le “lastran los problemas del masculino”.
Por otro lado, FutPro está haciendo de intermediario entre las 15 jugadoras que renunciaron temporalmente a la selección española reclamando mejoras y la RFEF. Pero el sindicato prefiere no hablar ahora públicamente sobre este asunto porque “se está en medio de una mediación” y quieren evitar que algo “interfiera en ello”. El Mundial empezará el 20 de julio.