A tenor de las explicaciones formuladas por el nuevo presidente, para ejercer como director general de fútbol del club bilbaíno había que cumplir una serie de requisitos. Requisitos que él mismo se encargó de desgranar durante la escenificación pública del nuevo fichaje.
Ser una persona con una edad de treinta y pico años sumaba porque “se tiene la suficiente experiencia, pero también mucho hambre para comerse el mundo”. Otro punto a favor era “ser un hombre que combina experiencia dentro del fútbol y fuera. De hecho tiene estudios en arquitectura técnica. Entendemos que la parte de fútbol es importante, pero creemos que es importante tener algo más”.
Las referencias de la gente externa consultada resultaron claves. “La fama que tiene en la industria del fútbol es buenísima y hemos podido comprobar durante estos meses que eso era una realidad. En el proceso hemos tomado parte diferentes personas, también Valverde. Todos estábamos de acuerdo en que era una figura que encajaba a la perfección en el proyecto”.
La sensibilidad hacia las nuevas tecnologías y la analítica de datos y el idioma, en este caso el castellano, también sumaron. Otro aspecto destacado por el presidente para decidirse por este fichaje fue el económico: “Encajaba perfectamente en lo que buscábamos, es algo que la institución puede soportar. Es una inversión que encaja en las cuentas del club”.
Nuevos aires
Juventud, experiencia, valoración externa, nuevas tecnologías, idioma, inversión… Mikel González, en definitiva, responde a los criterios fijados por Uriarte y su junta para ejercer en el cargo de mayor relevancia deportiva de una institución de la solera y tradición del Athletic.
Cinco meses después ‘habemus’ director general de fútbol. La apuesta por renovar Lezama, por abrir las ventanas para que entre aire fresco, va en firme. ¡Ojalá salga ganadora!