Ícono del sitio La Neta Neta

Hace 11 años en la curva 11 perdimos a Simoncelli

Hace 11 años en la curva 11 perdimos a Simoncelli

Un día como hoy hace 11 años, en la curva número 11 del circuito de Sepang, Paolo Simoncelli perdía a su hijo durante la segunda vuelta de la carrera de MotoGP. Desde entonces el Mundial ha vuelto nueve veces aquí a Malasia, pero este fue el primer fin de semana en el que la carrera se ha celebrado el mismo día, el 23 de octubre.

Como cada jueves antes del GP, buena parte de la colonia italiana de MotoGP fue a pie hasta la curva 11 donde está la placa en recuerdo a Sic, que es como todo el mundo en el país transalpino conocía a Marco. Ha pasado mucho tiempo desde aquel fatídico 23 de octubre de 2011. El sol se ha comido el color rojo del #58 -el número con el que corría Simoncelli- y del corazón que completa la cita “Sempre nel cuore” . También los trazos de las firmas que han ido dejando a lo largo de los años amigos, compañeros, técnicos, mecánicos… se ven ya borrosas. En esta ocasión dos rosarios que alguien había colgado de la placa llamaban la atención.

Paolo Simoncelli pidió que a los presentes le dejaran sólo con su hijo. Camino hasta la placa y se quedó observándola durante un tiempo. La palmera que él y Gigi Soldano, el fotógrafo del Sic, plantaron en su día ya no está. Probablemente se sacó en algún momento de los dos años de pandemia, cuando el Mundial dejó de venir a Malasia.

Paolo Simoncelli visitó la curva 11 de Sepang como cada año

Milagro

Marco fue el primer piloto “acogido” por Valentino Rossi, hasta entonces siempre celoso de compartir su método de entrenamiento. Con Sic hizo una excepción y debería haber sido Marco el primero en seguir suceder a su mentor. Un legado que ha quedado en manos de los que llegaron a la vera de Valentino después: Franco Morbidelli y especialmente Pecco Bagnaia.

A Paolo Simoncelli esta parte ya no le interesa. “A mí sólo me interesa lo que hagan mis dos pilotos. Me cuesta seguir MotoGP. La única excepción es Marc Márquez. Me gusta. En él veo todo lo que tenía mi hijo: talento, imprevisibilidad… No me atrevo ni pensar cómo habría sido tener a los dos en pista midiéndose en todos los circuitos del mundo; ambos en el mismo equipo. Porque Sic eras una chico fiel y estoy seguro que habría seguido toda su carrera en Honda… Habría sido un espectáculo.”

“Marc se cayó en Jerez pero se ha levantado. Ha peleado como un león para volver a subirse a su moto. Marco no pudo. Así son las carreras, como habría dicho él. Así es la vida. Cada uno tiene su camino, cada uno tiene su historia. Y no existen culpables, ni lamentaciones.”

El equipo del Sic de Moto3 en la curva 11 de Sepang

Milagro

Hablando con “papá Simoncelli” se siente que Paol no ha superado el luto por la pérdida de Marco. Y no sólo por el carácter duro, tosco muchas veces, del que hace gala. “A nuestro hijo lo tenemos siempre presente: por la noche antes de ir a dormir y por la mañana cuando abrimos los ojos. No quiero ser patético, pero es la verdad. Y sueño cada noche con él. Y hablamos. No me acuerdo nunca qué me dice… O a lo mejor no quiero acordarme.”

Hace 11 años, sí, pero el espíritu del #58 continúa vivo en los GGPP. No hay carrera en la que no sea vea alguna bandera con el número de Sic, especialmente en las carreras anglosajonas como Australia o Gran Bretaña. “Es porque a la gente le gusta la gente auténtica,” sentencia Paolo. “Tipo de gente que cada vez se encuentra menos; también entre los pilotos. Porque en la vida no son las victorias las que cuentan, sino lo que eres capaz de transmitir.”




Source link

Salir de la versión móvil