Caroline Graham Hansen alzaba pletórica la copa de campeona de la Champions League después de la épica victoria ante el Wolfsburgo en la final de Eindhoven. Sin embargo, tuvo que sufrir lo suyo la delantera noruega en las semanas previas a la disputa del trascendental partido.
Hansen, que no pudo estar en la rúa de la liga con sus compañeras por estar indispuesta, explicó que todo fue a consecuencia de una infección bacteriana que la llevó a estar varios días ingresada en el hospital. “Estuve muy enferma”, dijo ayer indicando además que llegó muy justa al partido.
Dice que le dieron antibióticos para que se recuperara. Al mismo tiempo, dice que su estado de forma no era el ideal. “Eso es lo que pasa cuando pasas dos semanas en las que casi no comes y solo tienes una semana de entrenamiento antes de una final. Pasas de estar en el mejor estado de forma de tu vida a estar muy debilitada”.
Al final, jugó y fue importante. “Tuvimos algunos ‘flashbacks’ del año pasado (cuando el equipo cayó contra el Lyon en la final) y realmente todo se decidió durante el descanso. Nos miramos y dijimos ‘es ahora o nunca si queremos demostrar que somos un equipo ganador’”.